A pocos días de haber recibido un reconocimiento por su importante trayectoria como pintor, la humildad de José Cestero sigue intacta, como siempre. Con una indumentaria muy relajada y entre bromas nos recibió en su taller ubicado en la Zona Colonial para hablar sobre su arte.

Cestero se ha destacado especialmente por sus pinturas de la Ciudad Colonial, las cuales nos llevan visualmente a otras épocas.

“Desde hace un tiempo comencé a idealizar todo esto, memorizando escenas de la ciudad. Para mí esto es automático, y por eso es que todo el mundo es loco con mis vainas”, comenta el artista.

Y tiene sus motivos para elegir este y no otro lugar para inspirarse. “Esta es la Zona Colonial más antigua del Nuevo Mundo donde hay cosas que no hay en otra parte. La verdadera ciudad encantadora es esta, porque se descubrió primero”, asegura Cestero.

Se confiesa amante de Van Gogh, del cual dice que es su pintor moderno por excelencia. “De los más clásicos, o casi moderno podría decirse, también me gusta Diego Velásquez y Picasso. Pero Van Gogh sobre todo”.

Un homenaje a su obra.  Recientemente la Fundación Amigos del Museo de las Casas Reales rindió un homenaje a la trayectoria de Cestero en el arte.

En el encuentro celebrado en la Capilla Nuestra Señora de los Remedios, el maestro Cestero recibió una placa de reconocimiento de manos de Fabio Herrera Roa, vicepresidente de la Fundación Amigos del Museo de las Casas Reales, y Taty Olmos, subsecretaria de Turismo Cultural. 

Del reconocimiento Cestero dice que “es la primera vez que me hacen un reconocimiento de esta magnitud. Ha sido para mí  un gran honor”.

La ocasión fue aprovechada por el artista para inaugurar su más reciente exposición titulada  “La Ciudad del Ozama”.

“En esta muestra  me tomé un año teorizando, es muy especial. Es un homenaje  a una obra literaria del mismo nombre escrita por el urbanista Eugenio Pérez Montás”,  dice el artista.

En esta exposición Cestero   presenta escenarios de la Zona Colonial en otra época, especialmente durante la dictadura trujillista. La define como una exposición didáctica que puede ser de mucha significación para aquellos que no conocieron cómo era la ciudad en aquella época y también para los que no conocen de su obra.

“La Ciudad del Ozama” será clausurada mañana sábado y, según dijo el artista, posiblemente sea expuesta por la UNESCO en New York y España próximamente.

Apasionado del arte. Cestero deja el alma en cada trazo y con ello manifiesta su deseo de entregarse y compartir su arte con todo el que quiera.

“Ya a mi edad he pasado crujías, de todo… y ha habido colegas  que han resuelto sus problemas. Yo no soy tan materialista. En Guachupita hay cuadros míos, de gente que le gusta… para mí es importante si a alguien le gusta mi pintura; así que se la doy y luego me da lo que pueda. Con este reconocimiento vamos a ver que pasa”, confiesa el artista cuyo taller se encuentra ubicado en una plaza de la  legendaria e  histórica calle El Conde… y no es por coincidencia.