José Cruz Bretón: sembrador de esperanzas

José Cruz Bretón: sembrador de esperanzas

Jarabacoa

Hace unos días se marchó del mundo terrenal José Cruz Bretón, líder comunitario visionario que ayudó a transformar la vida de los moradores de Los Dajaos, Jarabacoa, convirtiéndolos en productores agrícolas exitosos y a la vez defensores del medio ambiente y de los recursos naturales de la zona. Este hombre de pocas palabras y mucha acción fue y será siempre reconocido porque los éxitos de sus coterraneos se lograron por medio de la prédica de su ejemplo y servicio.

Oriundo de Salcedo y graduado de mecánica industrial en el Instituto Politécnico Loyola, de San Cristóbal, en el 1961, estableció un taller de muebles metálicos en Santo Domingo, pero al cabo de varios años sintió el llamado de la tierra y adquirió 20 tareas en Los Dajaos, para incursionar en la siembra de fresas. Pronto acordó con su laboriosa y servicial esposa Natividad Quezada (Naty), que se mudaran definitivamente a ese lugar de suaves colinas y clima fresco, habitado por gente sencilla. Y ahí comenzó todo.

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Los alrededores de su nueva vivienda, ampliado tiempo después a dimensiones de finca pequeña, se convirtieron en un campo demostrativo, donde enseñó, entre otras técnicas: cómo reciclar desechos para producir abono orgánico, incluyendo el uso de la pulpa de café para criar lombrices; establecer estructuras sencillas y otras técnicas para producir fresas; cultivar en laderas para evitar la erosión de los suelos; uso de especies de frutales arbustivos adaptados a pequeños predios y otras iniciativas para producir más, con menos terrenos. Como resultado, los ojos y el interés de los vecinos cercanos y lejanos se abrieron.

Sabedor de que la unión hace la fuerza, convenció a unos pocos de formar la Asociación Agrícola Los Dajos (Asada), que llegaría a convertirse en la punta de lanza para emprender sus ideas.

Esa organización fue el núcleo principal que congregó posteriormente a otras para formar la confederación llamada Junta Yaque.

Las noticias de las labores y éxitos de Asada y Junta Yaque se escucharon en lugares cercanos y lejanos por lo que la casa sencilla de los esposos Cruz Quezada se convirtió en la embajada de la ecología donde era común encontrar, de lunes a domingo, solos o en grupos, productores, profesionales agropecuarios, ambientalistas, representantes de organismos internacionales y otros que venían a solidarizarse y a colaborar con sus emprendimientos.

Fueron notables dos conciertos de homenaje a la naturaleza, organizados por el famoso cantante Danny Rivera, y ejecutados a campo abierto, para respaldar la causa de los comunitarios.

Los rostros más visibles de los comunitarios eran los de José y Naty. Ellos también fueron ejecutores directos o motivadores para que se estableciera una hidroeléctrica; una operación para propagar In Vitro plantas de fresa, manejada por comunitarios entrenados y supervisados por el doctor Rafael Ortiz Quezada (Faelo), sobrino de Naty; un café certificado como orgánico; un acueducto; fogones ecológicos y otras mejoras.

Como nota relevante se consigna que muchos de los productores de Los Dajos se benefician actualmente del Pago Por Servicios Ambientales, por el mantenimiento de sus bosques cafetaleros.

José Cruz Bretón no ha muerto, se ha ido a renovar el huerto del Edén. Y aquí en la tierra, será difícil que desaparezca su recuerdo. Él está en las colinas plantadas de café con sombras, en la atrayente fresa madura, en la hidroeléctrica y otras obras físicas que llenaron las necesidades de los comunitarios. Y será más difícil que la mayoría de los que los conocimos no recordemos y agradezcamos su pasión por ser un sembrador de esperanzas y realizador de sueños.

Ojalá imitemos su ejemplo.