POR CARLOS NINA GóMEZ
José Joaquín Puello Herrera: sinónimo de seriedad, medicina, deporte, trabajo, talento, ética y firmeza… esta última cualidad aplicada -sin ninguna dejadez- a la actitud y la aptitud.

La firmeza aplicada a la actitud, según lo que se puede observar en su larga trayectoria como ente humano, porque en esa praxis no se deslizan visos de cuestionamientos de ninguna especie…y respecto a su aptitud, pues ni hablar: Es un profesional de éxitos porque en la medicina, carrera que ha practicado durante 42 años, son incontables los triunfos.

Siempre firme porque, incluso antes de terminar sus estudios ( cursaba, en 1961, el quinto semestre de medicina en la Universidad de Santo Domingo), participó en el equipo médico que trabajó en la intervención quirúrgica al revolucionario antitrujillista Víctor LivioCedeño quien había sido herido de bala por sicarios de la dictadura que con manos duras encabezó durante 31 años Rafael Leonidas Trujillo Molina. En aquel hecho histórico-médico acompaño a los distinguidos doctores Sergio Bisonó, Arturo Damirón e Irvin Franco.

Tras graduarse de médico en la UASD, -revela Puello Herrera- viaja a Inglaterra para realizar estudios especializados.

Va a la Universidad de Ozford donde realiza la especialidad en neurocirugía, pero al concluir prosigue sus estudios complementarios y hace la especialidad de neurología y esteolofáxica.

Dspués de concluir estos estudios, se matricula en la Universidad de Bermon, Estados Unidos, para estudiar microneorocirugía…siete años de estudios especializados, tras su graduación en la UASD, realizó en Inglaterra y EEUU.

Y en 1970 regresa a Santo Domingo y de inmediato comienza a laborar en el hospital de las Fuerzas Armadas y simultáneamente en el Luis E. Aybar; en el Salvador B. Gautier y posteriormete en centros privados; como la Clínica Abréu donde trabaja actualmente.

Aunque no lo contó a este redactor, se sabe que Puello Herrera rechazó tentadoras ofertas para trabajar en prestigioso hospitales de EEUU e Inglaterra…prefirió prestar sus servicios en la tierra que lo vio nacer.

EL DEPORTE, SU GRAN ALIADO

El deporte ha sido, siempre, el gran aliado de José Joaquín Puello Herrera quien, en sus 35 años como médico neurocirujano ha realizado la respetable cantidad de 25,000 operaciones del cerebro y hernias discales.

Es un médico -como él mismo lo informa- a tiempo completo al extremo de que prácticamente realiza una intervención quirúrgica (en la cabeza o hernia) todos los días.

¿Cómo llega al deporte?. La pregunta encuentra respuesta de inmediato: Llega al deporte, en 1971, por iniciativa de Papo Germes, Danilo Toribio y Danilo Aquino quienes lo inscriben en el Club de Atletismo.

En 1974, «especial año» en el que se montaron (del 27 de febrero al 13 de marzo) los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe, pasa a ser médico-colaborador del Comité Organizador.

Un hecho trascendente en su historia como deportista, fue el que ocurrió en 1976, con ocasión de los Juegos Olímpicos celebrados en Montreal, Canadá.

Roque Napoleón Muñoz, a la sazón presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD), invita a Puello Herrera para que forme parte del equipo médico de la delegación local. Acompañó al doctor Aldo Ruso. De la delegación dominicana eran miembros Virgilio Travieso Soto y Enrique Ripley Marín.

Puello Herrera resalta su alto agradecimiento a Polón Muñoz por insertarlo en esa delegación y, de paso, convertirlo en un directivo del deporte dominicano.

A partir de ese momento, Puello Herrera tiene al deporte como un gran aliado…¡de un aliado que nunca se apartará!.

EL ASCENSO

El ascenso de Puello Herrera en la organización deportiva nacional fue extraordinario, pues seis años después de ser un simple miembro de la delegación dominicana a las Olimpíadas de Montreal, pasa a ocupar la presidencia del COD.

Reemplaza en el importante cargo a Polón Muñoz quien tudo una estancia de ocho años como presidente del COD.

José Joaquín también llegó como vocal al seno del COD…y fue elegido presidente, candidateado por el llamado «Bloque Olímpico», en 1982, unos dos meses después de realizados los Juegos Centroamericanos y del Caribe en La Habana, Cuba.

Veintidós años, período 1982-2004, permaneció como presidente del COD gestión que, a juicio de la mayoría de la población deportista dominicana, fue excelente…su liderazgo, en el movimiento deportivo nacional, no encuentra incógnitas.

Su positiva trayectoria, después de su primer mandato al frente del COD (1982-1986), tuvo una perspectiva internacional al ser electo presidente de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe).

Sustituyó a un roble del deporte olímpico internacional: El puertorriqueño Germán Rickehoff Sampayo de quien recibió un sostenido respaldo.

Asimismo, fue un destacado miembro de la prestigiosa Comisión Nacional de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO) y del comité médico del COI. Permanece como miembro del comité médico del COI.

Puello Herrera, quien habla primores de su esposa, la doctora Guillermina de Puello (médica-cirujana oftalmóloga), cree que, a pesar de sus 65 años -nació el 25 de septiembre de 1940-, todavía puede hacer grandes aportes a la medicina…y al deporte, pero en este segmento desde un «mirador» de colaborador y asesor.

¿POR QUÉ EL RETIRO?

Una pregunta que no podía quedarse en carpeta: ¿Por qué renuncia del COD y de la Odecabe?.

Sencillo, responde: «Yo soy un hombre de ciclos, de cumplir etapas en mi vida…y el ciclo del deporte, como dirigente, ya ha pasado».

Decidió dejar la cúpula olímpica a Luisín Mejía Oviedo, su colega deportista de años, y que ocupó, siempre al lado de Puello Herrera, la secretaría general y vicepresidencia del más alto organismo del deporte aficionado del país.

Tras su renuncia del COD y de la Odecabe, dedica más tiempo a su familia, pero también trabaja en un ambicioso proeyecto -que es, afirma, su gran sueño- ver hecho realidad el Centro de Medicina Avanzada y Alta Tecnología.

Será un centro médico, subraya, donde podrán ir los pobres…los más necesitados que tendrán un verdadero auxilio para sus dolencias. Un centro médico para que los pobres sean tratados como son tratados los ricos que tienen, por su solvencia económica, las más avanzadas atenciones de salud.

Tiene la esperanza de que este centro esté terminado antes de 5 ó 6 años. Es decir, precisa, que cuando Puello Herrera haya cumplido 70 ó 72 años, la gente más paupérrima tenga donde acudir para su sanidad, aunque ya él no sea médico en ejercicio.

No obastante, Puello Herrera expone: «Uno seguirá siendo médico…dejaré la medicina cuando ya no tenga pulso para operar, o no tenga la visión suficiente para trabajar en el quirófano».

Asimismo, asegura -al responder una pregunta con adudeza periodística- que «no es millonario».

Por lo menos, no tiene -en dinero efectivo- millones de pesos, aunque sí, aclara, «algunos millones en propiedades. Lleva una vida cómoda, en el plano económico, tras una ardua faena laboral de más de 40 años.

Y en lo concerniente al deporte, puntualiza: «Fíjate, en el deporte -y como humano y profesional- me siento realizado».

Sin embargo, no quiere que en este reportaje se deje sin informar que «he tengo una gran decepción y es que el deporte, todavía, no ha encontrado su independencia económica».

El deporte -y esto es muy lamentable- siempre ha tenido que depender de los diferentes gobiernos (o del Estado y de un reducido grupo de empresas provadas.

Refiere que el deporte dominicano, que ha acusado, después de todo, un gran avance en el terreno de la competencia, no cuenta con una Lotería Deportiva…como opera en algunos países.

Si el deporte dominicano tuviera una Lotería Deportiva, pues no se viera en la necesidad de depender del Estado…y de una tímida protección del sector privado.

Puello Herrera, en el plano positivo, asegura que el logro más importante que ha tenido, como dirigente olímpico, es el montaje en Santo Domingo (del 1 al 17 de agosto del 2003) de los XIV Juegos anamericanos.

Y califica este certamen como un hecho de singular trascendencia. Un certamen que fue «torpedado» por algunos sectores locales, «pero más por críticos extranjeros, pero al final no pudieron evitar su resonante éxito».

PERFIL:

Nació en San Juan de la Maguana el 25 de septiembre de 1940. Casado con la doctora Guillermina de Puello, médica-oftalmóloga. Graduado de médico en la Universidad Autónoma de Santo Domingo en 1963, pero con estudios -de varias especialidades- en Estados Unidos e Inglaterra. Sus padres: José Altagracia Puello Rodríguez (fallecido recientemente) y Sara Herrera. Ambos maestros de escuela. Sus hermanos: Juan Francisco Puello y María Elisa Puello Herrera. Juan Francisco, reputado abogado y deportista, y María Elisa, profesora de inglés.

Sus hijos: José Joaquín, Jurie, María Auxiliadora, Oliver, Sara y José Guillermo… Oliver murió hace unos seis años en un fatal accidente. De Oliver Puello Herrera recuerda que «fue un buen hijo, pero también era mi gran amigo. Fue un dolor terrible el que sufrí con su repentina muerte».