José Luis Basulto un hombre de éxitos

José Luis Basulto un hombre de éxitos

José Luis Basulto Ortega llegó al país el 4 de septiembre del 2001, procedente de Brasil, donde era agregado de prensa de la embajada de México. Con la sensación de que los próximos años de su vida serían duros y difíciles, por su nueva labor consular, este hombre apasionado de las artes, la literatura, la poesía y la música no se dejó vencer por los miedos y las fragilidades que muchas veces impiden la realización de nuestros sueños.

¿Se le hizo difícil adaptarse al país?

No. Al país se adapta uno rápido y bien, pero en lo que respecta al trabajo en sí, hacer respetar la tarea consular, recuperar la imagen digna, hacer que la seriedad impere en el trabajo, sobretodo en el área de Protección a Mexicanos en el Exterior, eso es difícil. He conocido muchos compañeros de carrera, para quienes las tareas consulares han representado el ocaso de la misma. Yo ya llevo cinco años en esto y he corrido con suerte y sobre todo una buena Embajadora.

 ¿Hay muchos mexicanos en RD?

 Calculo que debe haber unos 500 núcleos familiares que tienen algún tipo de vínculo con nuestro país; desde un bebé que nació en tierra mexicana y al otro día lo trajeron para acá y que no sabe nada de México, pero que por el Jus Soli es “mexicano por nacimiento”, hasta familias mexicanas enteras que han vivido dos o tres generaciones en República Dominicana. Hay de todo.

¿Su labor es protegerlos?

Yo soy parte institucional del Programa de Protección a Mexicanos en el Exterior; digamos el “brazo armado”, que tiene una mano que se les extiende en caso de necesidad o apuro tan lejos de su Patria.

El verdadero protector es el Gobierno de México. Sin él, los 80 casos de protección que hemos realizado con 99% de éxito hubieran sido un desastre.

 ¿Nos puede contar los casos más importantes de protección?

 Ha habido de todo, desde rescates en Haití, náufragos, monjas locas, secuestros, embarazadas pateadas, maridos perseguidos, narcos, falsificadores, repatriación de indigentes y cosas más fuertes que sólo resumo en unas cuantas palabras: La Protección de Mexicanos en el Exterior me hace sentir orgulloso de ser cónsul mexicano.

“Rescate en Haití”.

¿No es eso el título de un libro?

Sí. Ediciones Librería La Trinitaria publicó unos cuentos que escribí dedicados a los dominicanos y a los mexicanos que viven aquí. Ellos, los editores, por razones de marketing le pusieron ese título. El libro se agotó en tiempo récord y posiblemente se haga una reimpresión o me publiquen otros cuentos, ya que son la base de mis talleres literarios. Hay una publicación de Casa de Teatro denominada Premio Internacional de Cuento 2003 que aún se puede conseguir en librerías y en el que se publicó algo de mi obra cuentística.

¿Qué autor dominicano prefiere?

 Son dos: Pedro Henríquez Ureña y José Brito. Del primero siento admiración, pues yo me sumo al mundo intelectual que lo califica como “El Sócrates de América”. Imagínense, según nos cuenta el historiador mexicano Krauze, regañaba a los grandes pensadores de ese entonces, por “no saber pensar”.

De José Brito, estoy escribiendo un ensayo literario sobre toda su obra cuentística que legaré a las generaciones de cuentistas criollos que quieran seguir esa senda de cuentística esmerada con la que escribió el autor de “Chito” y “Floreo”.

¿Y qué hay de la dramaturgia?

 A partir de la segunda mitad del 2004, hemos puesto hasta el día de hoy cuatro obras de teatro. Ya recibimos un reconocimiento dominicano en el llamado “Marzo Teatral”, de nuestra obra “El Mejillón”, que según compromiso de las autoridades culturales de este país, a estas alturas debe de estar de gira por toda la isla dominicana.

¿Qué es el teatro para usted?

 El teatro que yo realizo nace de una idea personal y tiene que hallar acomodo en su contexto social y al revés: en un contexto social tengo que encontrar comodidad en mi idea personal de la vida. Por eso, mis temas como en “El Tercer Ojo”, aborda las relaciones sexuales de los adolescentes; en “El Mejillón”, retomo el tema de cómo nace la prostitución femenina; en “El Pájaro Feo”, en el público infantil dejo una impronta del concepto prístino de lo que es la democracia, y finalmente, en “El Supermercado”, que se estrenará el martes 12 de septiembre, en las instalaciones de la propia Embajada como parte de los actos conmemorativos del CXCVI Aniversario de la independencia de México, veo con bastante sentido del humor lo que es la constelación de propuestas místicas que ofrecen las diversas religiones en el mundo para lo que nos pase “en la otra vida”,  después de esta.

¿Háblenos de su familia?

Vivo con mi madre, a quien siempre le ha encantado el mar. Desde nuestro departamento tenemos una vista privilegiada del Caribe. A mi madre le encanta el humor dominicano, su forma de hablar, de ser y este año también cumple cinco años de vivir en la isla. No tenemos queja, por el contrario hemos sido excelentemente bien recibidos.

¿Se ha casado?

 Mis dos matrimonios se han transformado en maravillosas y eternas amistades, que se juntan en algún café de la ciudad de México a recordar “viejos tiempos”. En ninguno procreé hijos, pero mi familia ha sido bendecida con varios sobrinos a quienes puedo “jalarles las orejas”.

Sabemos que tiene un pariente que va a ser “el próximo Santo mexicano”

 Efectivamente. El día 16 de octubre, en Roma, el Papa Benedicto XVI canonizará a Monseñor Rafael Guízar y Valencia, tío bisabuelo de mi madre. Este señor tiene la virtud de estar expuesto en cuerpo presente en la Catedral de la ciudad de Xalapa en México, con carácter de “incorrupto”. Así los mexicanos ya pueden “ver y tocar” su Santo-reliquia, ya que de San Felipe de Jesús, ni de Juan Diego se sabe dónde están sus cuerpos.

 ¿Cuál ha sido su labor científica?

Desde chico abría toda clase de artefactos para saber qué tenían adentro y cómo funcionaban. Después de ganarme buenas palizas, decidí meterme en la investigación seria para saber dónde y cómo nace nuestro lenguaje. No necesito abrirle la cabeza a nadie para ver qué pasa en sus sesos, simplemente ideo estructuras funcionales de tipo matemático y de ahí extraigo interesantes hipótesis. Para mí, el lenguaje humano no es más que una serie de pesos y contrapesos que en el momento que encuadran producen un “hola”. La manera de comprobar esto se hace gracias a las técnicas de la inteligencia artificial, en donde he obtenido resultados muy gratificantes. Gracias a uno de estos inventos fue que logré el puesto de Agregado de Prensa en Brasil, ya que asombraba a los funcionarios de alto rango del Ministerio de Relaciones Exteriores de México, el ver como un software podía hacerles resúmenes de toda la prensa escrita en tan sólo cinco líneas. Sigo experimentando con el lenguaje en casa.

Conocemos de su faceta de compositor. ¿Ya se escucha su música en República Dominicana?

Sí. Basta con que contraten al mariachi “Perla del Caribe” y le pidan “Lo último que yo vea”, obra musical de género ranchero que compuse y que el grupo folklórico dominicano arregló para presentarlo como parte de su repertorio. Sé que el máximo exponente de la canción ranchera en México, cuyo nombre me reservo, tiene la partitura de mi canción en sus manos, que le agradó de sobremanera y que será lanzada en este año en mi país. Espero que esos rumores sean ciertos, ya que la canción que compuse viene a llenar un hueco temático “…si he de morirme que sea cuando sea, pero antes quiero a México … como lo último que yo ¡vea!”

 Después de todo este recorrido por sus quehaceres, ¿Qué viene?

 En cine tengo propuestas para llevar “El Tercer Ojo” a la pantalla grande. Asimismo, me interesa realizar un corto basado en “La Carta Chola”, un cuentito que escribí a propósito de las relaciones homosexuales. En teatro ya he propuesto traer “El Don Juan Tenorio”, del dramaturgo español José Zorrilla.

En materia de investigación científica, estoy en pláticas en esta ciudad con una Universidad dominicana de alto prestigio nacional para crear un grupo de investigación en análisis de prensa por computadora denominado “Proyecto Espejo Mágico”, igualito al espejo de la madrastra que aparece en el cuento de Blanca Nieves y sus siete enanos, pero que aquí es un político el que se sienta frente a un espejo-computador y éste le responde cómo está la trayectoria de su imagen política. ¡Ah!, y se me olvidaba, con otra Universidad, pero de Santiago, estoy comenzando pláticas para la traducción de la obra del  psicolingüista alemán Kart Bühler, padre de la lingüística computacional en el mundo, hasta ahora desconocido en lengua española.

En literatura viene otro libro de cuentos, posiblemente venga también un ensayo de crítica  literaria sobre toda la obra del escritor dominicano José Rijo, y por último, la esperada novela que ojalá no me la censuren ahora, “La Jeepeta”.

¿Cuál es su filosofía de la vida?

Yo les cuento a mis  tallereutas  cuando estamos trabajando en la producción literaria: “Todo lo que hacemos día con día como bailar, beber, comer y amar, depende de nuestra voluntad de vivir”. Al final de cada acto de vida, chicos, háganse sólo una última y breve pregunta: “¿Y?” Al contestarla comenzarán a experimentar la hermosa, verdadera y divina “voluntad de ser”. Hacer las cosas con entusiasmo, vivir los momentos a plenitud y como si fuera el ultimo de nuestra existencia, dan al ser humano la virtud de ser cada día mejor. Buscar en nuestro interior aquello a lo que estamos llamados y de una vez comenzar a caminar, dan la posibilidad de que emprendamos una larga y fructífera carrera.

Basulto hasta ahora ha sabido identificar cada llamado en su vida y lo ha realizado con total entrega. Alguien que haya sido sordo a lo que cada día se le susurra al oído, jamás alcanzaría sus metas y quedaría desfasado en el primer intento por conquistar su pequeña  porción de tierra o cielo. ¿Y? Es su gran pregunta, la que lo ha llevado a ser un hombre de éxitos.

Para muchos, no es más que el Cónsul de México en la República Dominicana, pero para él y para otros, es simplemente uno más, un amigo, un compañero que día a día se afana por ayudar a todo aquel que está lejos de su tierra. Alguien que lleva en su frente el orgullo de ser  mexicano, y en su pecho la gracia de sentirse querido por este pueblo, al que ha aportado parte de su ser y le ha dedicado poesías y libros de cuentos, fruto de historias y de la inspiradora y relajante brisa del Mar Caribe y la belleza de esta isla que un día abrió sus puertas para dejarlo entrar y así cautivarlo para siempre.

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