Para muchos lectores en Santo Domingo el nombre de José Madera es completamente desconocido, pese a tener más de 30 años de experiencia como periodista. Y para muchos lectores es muy difícil la fijación del nombre de un corresponsal, como es su caso, principalmente del interior del país.

Yo mismo, con todo y haber pasado la mayor parte de mi vida periodística en la redacción del Listín Diario, lo conocí más profundamente durante visitas a Santiago y luego cuando formó parte de la corresponsalía, junto a otros destacados periodistas, del periódico El Siglo. Desde entonces hemos sostenido una fluente relación que se mantiene a través del tiempo. Sin embargo, en Santiago se le conoce muy bien.

José Madera se recibió de licenciado en Educación en la Universidad Católica Madre y Maestra, donde inició también sus estudios de abogacía, los cuales terminó en la Universidad Tecnológica de Santiago. Siempre nos llamamos para saber cómo andan las cosas. En estos días me envió una novela de su autoría titulada «Pasado Pesado. Un genoma de la corrupción», que comencé a leer con mucho interés, pues se trata de la obra de un amigo, que para mí intentaba hacer pininos en la disciplina.

Naturalmente, no podía desprenderme de los prejuicios que tengo con las novelas de los periodistas. Los casos que conozco en ese orden son experiencias en que la pluma del periodista domina el escenario, de tal forma que la novela queda por debajo del técnico de la redacción de periódicos. El novelista en cuestión, que pudo haber sido un gran éxito como tal, generalmente se queda muy atrás.

¡Cuán grande sorpresa me he llevado al leer esta novela! En ella domina el escritor, el hombre de letras que parece no haber escrito nunca la más mínima reseña noticiosa. Con un estilo de escritura fácil de leer y una secuencia bien elaborada. Tan pronto se comienza a leer la novela, hay que seguirla hasta su conclusión. Bien documentada, preparada con muchas muestras de que su autor realizó los estudios correspondientes con gran dedicación.

En ella, el escritor nos enfrenta con una historia real, que ocurrió del año 1509 al 1521. Se trata de un proceso judicial instrumentado a Francisco de Solís alcalde ordinario de la Villa del Puerto de Santiago –hoy Santiago de los Caballeros–, por la muerte de un indígena; tomado de un expediente conservado en el Archivo General de Indias.

La novela nos presenta varios escenarios en que demuestra nuestra tendencia a arreglar los casos en los tribunales, de acuerdo con nuestras preferencias políticas o de otra índole, por encima de la necesidad de ajustarnos a los hechos y el derecho puros.

En su capítulo introductorio José Madera dice que «… la Villa del Puerto de Santiago fue el escenario en donde se manifestó con más fuerza el tráfico de influencia, surgieron actitudes independentistas o de desafío a las disposiciones de la Corona, se produjo el primer escándalo y el primer fraude electoral del Nuevo Mundo, la primera meretriz, las primeras subastas de esclavos indios, las primeras manifestaciones del germen burgués de América, el primer educador o profesor del continente, el más largo proceso judicial de la época colonial y esas actitudes de doble moral que caracterizan a muchos de los habitantes de las sociedades contemporáneas».

El autor nos presenta la primera novela que tiene como escenario a Santiago, razón por la cual debería interesar a todos los estudiantes y profesionales de aquella ciudad y servirá de punto de referencia para muchos estudiosos de Santo Domingo, para determinar el porqué Santiago tiene ese perfil de principalía, que se manifiesta en muchos órdenes, incluso el político. También dice el autor que no obstante tratarse de una novela, el trabajo intenta dar explicaciones sobre acontecimientos verdaderos ocurridos en el período, en la Villa del Puerto de Santiago.

Precísamente, su introducción plantea la calidad de Santiago, ciudad que tiene, tras la caída del generalísimo Rafael L. Trujillo, en mayo del 1961, las primeras instituciones modernas y señala que en política, esta ciudad sigue siendo el escenario en donde surgen o toman cuerpo las tendencias y pugnas partidarias. «Es el lugar en el que los partidos políticos confrontan los mayores retos y cuando no pone a los presidentes, los controla o decide sobre su filosofía y su accionar».

Su obra es, pues, el resultado de una investigación que busca el origen de la tendencia nuestra, por encima de las costumbres de muchos otros países, de arreglar nuestro destino de acuerdo a la conveniencia de nuestros intereses. No se trata sólo de entretener, lo cual logra con gran habilidad, sino también explicar algunas cuestiones y, sobre todo plantear otras, de las cuales no tenemos la respuesta específica.

José Madera, quien no dejará de ser periodista, ha escrito un trabajo no solamente serio y aportador de un estudio que interesa sobremanera a los santiaguenses y a todo dominicano interesado en nuestros ancestros, sino una pieza de entretención que merece la atención de todas las personas que tienen interés en Santiago de los Caballeros, cuna de tantos presidentes dominicanos y tierra que alberga tanto talento.