Nadie es profeta en su tierra reza el dicho Bíblico. Esto parece aplicarse a Don José Postigo Vilanova, campeón Masters dominicano de levantamiento de pesas y quien fuera Campeón Nacional por muchos años en nuestro país. Este dominicano ilustre es dueño de un prontuario en el ámbito de la Halterofilia, nombre real de este deporte, que bien podría llenar cientos de páginas con sus logros en esta disciplina de la barra y las pesas.
Don José comenzó a manifestar su pasión por las pesas desde muy temprana edad, así también participando en variados deportes y eventos deportivos escolares y universitarios, donde logró premiaciones de todos los calibres. Pasó a residir en Puerto Rico y luego a los Estados Unidos, y continuó alcanzando lauros que muy pocos dominicanos han logrado.
Sus méritos y su entrega a este deporte le han abierto las puertas para formar parte de la Federación Panamericana Masters, en su calidad de presidente de dicho organismo, que agrupa a los levantadores que sobrepasan los 35 años en todo el continente. El último evento mundialista donde participó fue en Grecia, hace apenas dos meses.
El involucramiento de este obsesionado con las pesas que es José Postigo, lo ha llevado al mundo del arbitraje deportivo olímpico, donde su seriedad y profesionalismo son reconocidos ampliamente y donde ejerce el arbitraje y de juez internacional.
A sus 72 años, este consagrado deportista disfruta subir al entablado y fajarse con las rutinas y terminar, casi siempre, con más de una medalla colgando de su pecho.
Don José es un distinguido economista graduado en la Universidad Interamericana de Puerto Rico y postgraduado de la Universidad de Cornell, en N.Y. y siempre ha compartido el ejercicio de sus consultorías y la docencia universitaria como profesor de la UASD e INTEC, en el pasado, con lo que él considera uno de los más apasionantes deportes, donde el límite de edad para su práctica es la voluntad de seguir hasta que el cuerpo diga basta ya.
Pensar que existen practicantes de esta disciplina que sobrepasan los 85 años es, sencillamente, para no creerlo. Don José parece ser de esa estirpe de deportistas longevos, que desafían las leyes biológicas y siguen hasta que sus fuerzas llegan al límite.
Se me ocurre pensar que en nuestro país, las autoridades deportivas, no se han dado por enteradas de la calidad humana y deportiva de este meritorio dominicano, quien sigue activo en dicho deporte que promueve en el Continente Panamericano.