José R. Martínez Burgos – Se necesitan líderes con y sin valor

José R. Martínez Burgos – Se necesitan líderes con y sin valor

La política en nuestro ambiente en ocasiones resulta ser un oficio muy afín al malabarismo, es decir, es mucho de ilusión o fantasía y a la vez está sujeta a equilibrios inverosímiles y hasta inestables. Pero ésto no es completo en expresión, sobre todo si se mira con opacidad, porque resulta irresponsable, pues nuestros líderes carecen muchas veces de valor. Tal vez cuando disfrutan del poder, hay que ponerse de lado para que pasen, pero cuando están en la etapa de la sola aspiración por el carguito tenemos que enfrentarnos al peligro. Es imposible ser un líder si no se está dispuesto a jugársela en fuerte, sin estar consciente que hay momentos en que se puede acertar o equivocarse, pero se tiene que tener la disposición de jugarse cualquier tipo de situación, pues es no dable que todo sea por el figureo.

Los que apuestan por una derrota del PLD y del PRSC tratan de presentar a sus candidatos como líderes sin energías, que están entre la espada y la pared, pero eso no es así, para descartarlo se requiere de principios y de una apuesta de mayor claridad, sin Plan Renove y otras yerbas.

Para hacer frente a esta campaña de por sí díscola y penosa, de trinques y falsedades, los que amamos a la República Dominicana, depositaremos nuestros votos, desgraciadamente, como siempre, votaremos en contra, es decir, por el menos malo. Pues no podemos seguir endeudándonos sin capacidad de pago, sin gasolina, sin energía, con las medicinas caras, sin hospitales y con la comida todos los días más cara y con mayor desempleo. Es imposible que sigamos con algunos personajes en automóviles oficiales de lujo, que son unos perversos, no podemos estar conformes con ellos, necesitamos una limpieza total y para ello, votaremos en contra del engaño, la mentira y la inestabilidad social y económica.

Necesitamos que surja un frente nacional compuesto por hombres y mujeres, honestos, serios y preocupados por el país. Hombres y mujeres dispuestos a darlo todo por la Patria, por la tranquilidad, el sosiego, por nuevas oportunidades de empleo y servicios sociales. La suerte está echada, levantemos la frente y frenemos la corrupción, el robo y el despilfarro, antes de que sea tarde.

Ya es tarde, que desaparezca el incumplimiento de programas electorales, el transfuguismo, el enriquecimiento ilícito, el tráfico de influencia, el nepotismo y los actos ilegales, la corrupción, la falta de transparencia, los sobornos. Todo esto puede obtenerse si se detiene la avalancha electoral de los oportunistas que medran en los salones del poder. Una nueva clase política debería constituir un frente general de honestidad y coherencia entre ciudadanos no comprometidos con la mentira, la falta de transparencia, el despilfarro del amiguismo, etc. porque es una verdad certera que en estos momentos que vivimos los dominicanos, el ciudadano no cree que la política esté fundamentada en la honradez, ni en el bien común, digan lo que digan los políticos y es difícil recuperar la confianza, por la prepotencia que exhibe el poder y su engreimiento paulatino.

Es necesario que todos despertemos del sueño de las esperanzas, porque como dijo Carlos Fuente en una ocasión: Hay «Mucha tela que cortar en esas enormes cortinas de la corrupción que oscurecen la vida política y empeoran el proceso administrativo. No es necesario esperar a que se acometan nuevas trapisondas, trapiches o tejemanejes con los dineros del Estado». Estamos prácticamente enterrados dentro de una cloaca y ni así despertamos en la realidad, es necesario que se cambien los equipos y las personas, aún cuando, por más que querramos no podemos instalar el discurso de satisfacción.

Sabemos que «todos mienten y todos dicen la verdad, porque verdad y mentira están homologadas tácitamente y se relativizan cuando actúan sobre el mercado del voto», pero tenemos que despertar a la vida de la nación y prestar nuestros servicios para limpiar de estiércol el país, la renovación de la sociedad tiene que ir acompañada de la tradición democrática y la experiencia que nos ofrece la historia, hay que desterrar de la sociedad dominicana, la tesis, de que en política mientras tengan los votos no tienes por qué abandonar el poder, pensemos positivamente los miserables de espíritu y conducta, «pierden siempre, porque su resistencia no soporta la presión de su perversidad» y para ello necesitamos, todos los dominicanos, la colaboración de los medios de comunicación, que son ahora más influyentes que los mítines. Si así sucediera, la República está a salvo.

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