José Rafael Vargas
“Aspiramos a crear una economía del conocimiento”

José Rafael Vargas<BR><STRONG>“Aspiramos a crear una economía del conocimiento”</STRONG>

POR ISAOLYM MIESES
De acuerdo a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs) para la República Dominicana, en el año 2015 el 75% de la población deberá tener acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs).

 En el Instituto Dominicano de Telecomunicaciones INDOTEL, están muy optimistas, pues aseguran que el país puede, si no lograr, superar esa meta.

“Los desafíos de este país no son tan extraordinarios. Aquí tenemos un nivel de analfabetismo que no es tan grande, cerca de un 20 % de la población”.

Para el presidente del INDOTEL, lo importante es tener una meta país “y ya la tenemos”.

La aspiración está definida: “Crear una economía del conocimiento basado en el nivel de competitividad, donde la productividad genere empleos y a su vez se convierta en la causa principal que resuelva el problema de los grandes desequilibrios sociales que afronta la sociedad dominicana. Para eso el presidente Leonel Fernández ha dicho con bastante claridad que hay dos metas claras: En primer lugar, afrontar el desafío de la educación y luego acercar la tecnología a los ciudadanos. Nosotros estamos en esa vía y de lo que se trata es de hacer que todo el mundo se inserte en ese programa”.

Vargas explica que hay un proyecto nacional de construir una sociedad dominicana, basada en el conocimiento y que eso implica afrontar el gran desafío de la educación, la cultura y la tecnología.

En el caso de la tecnología, la Comisión Nacional de la Sociedad de la Información cuenta con metas concretas y son las metas país.

El gran desafío que tiene la población dominicana es, en primer lugar, superar el gran analfabetismo, que más que educativo es cultural.

 Esto implica lograr cada vez un mayor acceso a la “Tecnología de la Información y la Educación”, asegura Vargas.

“Antes, se entendía que una persona era analfabeta en función de que supiera escribir o leer. Luego se entendió que esto también te daba la posibilidad de racionalizar el conocimiento. Entonces el problema no era si sabia leer o escribir, el problema era si podía entender y racionalizar lo que leía o escribía”.

Añade Vargas que “más luego, el analfabetismo se entendía en función de que la persona manejara un segundo idioma y luego, en la etapa moderna, el poder del conocimiento se da en función de que la persona esté cercana o lejana a la tecnología, que la persona conozca lo que es una computadora, pueda manejarla o entenderla. Sobre todo que pueda entrar a Internet y entienda el Internet”.

Educación es empleo

“Eso pasó luego a un proceso mucho más amplio que es la electrónica del conocimiento. Esto se da, unas veces, a través de la biblioteca virtual y otras veces, poniendo la institución donde tu trabajas en contacto con esa realidad virtual”.

Agregó que de lo que se trata es que para poder avanzar en el proceso de inserción del país en la sociedad del conocimiento, que se tenga una población educada.

“Ese es el proyecto que el presidente Leonel Fernández ha querido esbozar y que la gente pueda entender en el sentido que se tenga una visión concreta del tipo de educación que se quiera desarrollar. Una sociedad que fomente y estimule la productividad y la educación, pues eso  significa empleo. Es decir, que la gente entienda que si lograste formación en un sistema educativo, eso se convierte en un empleo”.

Para Vargas, el problema no es qué se invierte en educación, el problema es el tipo de educación que se está desarrollando.

“Hemos puesto el ejemplo de lo que pasa en Corea, en Singapur, en China, que a pesar de tener una menor inversión que Estados Unidos en educación, su calidad y la productividad de los técnicos que salen de las escuelas son mucho mejor que la de los Estados Unidos que invierte el 20%  de sus ingresos a la educación. Hemos puesto el ejemplo de que Estados Unidos gradúa todos los años 77,000 ingenieros y China 600 mil”.

Vargas pondera la importancia de tener en claro una misión país, una meta, un desafío, “en el sentido que seamos capaces de tener la educación que genere productividad, empleos, que ponga el individuo en capacidad de enfrentar los desafíos que presenta el mundo moderno”.

Resuelto ese problema el segundo eslabón importante que tenemos que resolver es hacer accesible la tecnología al ciudadano.

 Entiende que el problema del conocimiento, el problema de crear una sociedad basada en la información y en la comunicación, radica en que hay que ir superando los grandes desequilibrios sociales.

“En el país que todavía tenemos una teledensidad de un 50% no cubierta y aún así estamos entre los mejores de América Latina. Eso dice que vamos avanzando considerablemente. Hay países que no llegan a un 25 por ciento”.

 Esta carencia de acceso a teléfonos se ubica en lugares inhóspitos, el sur lejano, en la línea noroeste y en barriadas muy deprimidas.

La meta es que el  75% de la población tenga acceso a telefonía. La Ley 153 propicia y estimula que la inversión la haga el sector privado.

Y participa complementando mediante mecanismos de solidaridad social, como es el caso del Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones, que aporta subsidios a determinados proyectos donde no llega la inversión privada.

INDOTEL cuenta con un presupuesto para desarrollar proyectos sociales, como el  proyecto de telefonía rural que desarrolló 1,750 teléfonos en más de mil comunidades pobres en todo el país, logrando resolver el problema de comunicación.

“En estas comunidades, la gente tenía que trasladarse 20, 30 kilómetros en motores, a veces en caballo, cruzando ríos, y ahora pueden comunicarse ahí mismo en su propia comunidad sin tener que salir”.

Explica que este proyecto tiene un monto de 7 millones de dólares y está desarrollado completamente.

Tres millones de usuarios

“Hay otros proyectos como es el de la masificación de la computadora y el Internet, que son los Centros de Capacitación en Informática (CCI).

La meta es que en cada comunidad de más de 10 mil habitantes, haya por lo menos un centro de capacitación en informática y una biblioteca virtual, incluyendo la enciclopedia Encarta 2006 y un programa para la enseñanza de ingles. Los estudiantes, sin pagar un centavo, pueden acceder al Internet y además aprender una segunda lengua”.

INDOTEL tiene la meta de establecer entre cinco y diez centros en el curso de la gestión actual del gobierno. “Para eso estamos recuperando los antiguos locales que la Dirección General de Telecomunicaciones, que en virtud de la Ley 153, pasaron al INDOTEL. Estamos recuperando y rehabilitando estos CCI. Ya tenemos 42 listos para ser inaugurados. Aspiramos que cada niño mayor de 4 años, un adolescente, un joven y hasta un adulto no pueda decir que no aprendió a usar el Internet porque no se le dio la posibilidad”.

También tenemos todas las salas digitales en todos los recintos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Lo mismo está pasando para que todos los liceos tengan su computadora.  Aspiramos a que haya tres millones de usuarios al Internet y tres millones de usuarios a la computadora, inicialmente en los primeros tres años.

“Yo debo decirle que ya tenemos 130 mil cuentas de Internet en la República Dominicana. Es decir que nos estamos acercando a la meta. Estamos desarrollando muchísimos proyectos y esto no solamente es tarea del INDOTEL, pues el Despacho de la Primera Dama tiene los Centros Tecnológico Comunitarios”.

Solamente en el presupuesto de este año para los CCI, el aporte de INDOTEL en la parte de licitación de obras y la parte de reconstrucción de infraestructura ronda los 180 millones de pesos en 2006, asegura Vargas.

 El mantenimiento diario de los centros, que es la parte innovadora de este proyecto, queda en manos de organizaciones sin fines de lucro, instituciones religiosas, incluso, algunas agrupaciones de empresas.

 Esto busca tener la garantía de que el centro quede funcionando sin contratiempos, de manera autogestionable.

“Le entregamos estos centros a la sociedad civil, a través de sus instituciones creando un mecanismo de sostenibilidad. Hemos hecho acuerdos de toda naturaleza:  Asociaciones para el Desarrollo, Clubes de Servicio, Clubes de Leones, Sur Futuro, Alianza ONG, Mujeres en Desarrollo, Visión Mundial, la Iglesia Católica, Centro Juvenil Don Bosco y Canillitas con Don Bosco, entre otras. Lo que queremos es que estos centros mantenga la vigencia con el tiempo dependiendo de la comunidad. Que la comunidad los sienta como suyos”.

Explica que la inversión probablemente en estos cuatro años de gestión, desde el Fondo en todos sus proyectos, contando el de telefonía pública, probablemente va a superar los 1,000 millones de pesos.

“El año pasado se ejecutaron cerca de 240 millones de pesos, este año vamos a ejecutar cerca de los 200 millones”.

Un camino empinado

La ruta hacia la Sociedad del Conocimiento implica el desarrollo de numerosos proyectos, según explica el presidente del INDOTEL.

“En la medida en que ayudamos a eficientizar la calidad de los servicios que se ofrecen a los ciudadanos, en esa medida estamos afrontando el desafío de la sociedad del conocimiento. El proyecto de la Policía, por ejemplo, lo que busca es mejorar la calidad del servicio que ofrece. Con esa plataforma tecnológica que le creamos, la Policía resuelve su problema de comunicación a nivel nacional”.

INDOTEL también ha creado la red de la Secretaría de Educación con el proyecto teleeducación, por más de 100 millones de pesos. Esto incluye un portal educativo que soporta todos los componentes de la Secretaría, incluyendo las notas de los estudiantes, las cátedras de los profesores y todo el sistema informativo, con un componente de 52 bibliotecas establecidas en todo el país y una red que comunica todas las oficinas de la Secretaría de Educación a nivel nacional.

Además está el sistema de ventanilla única para el exportador. Una plataforma tecnológica creada para que un exportador inicie su proceso de exportación desde su oficina vía el Internet, sin necesidad de cumplir la burocracia de asistir a oficinas públicas y pasarse horas con el papeleo.

“Estos son proyectos que nos han permitido ir haciendo que la gente vaya asimilando la necesidad de entrar al mundo de la electrónica. Acabamos de venir de una actividad de la Suprema Corte de Justicia donde se anunció la celebración de una cumbre en el mes de junio de la justicia de Iberoamérica y allí también se anunció la E-justicia dominicana. Es un proyecto que propende con el tiempo a poder asimilar las experiencias de otros países, fundamentalmente la de Brasil, de que aquí pudieran desarrollarse procesos judiciales electrónicos, vía el Internet. Pero además propende a la transparencia”.

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