Associated Press. DUNEDIN, Florida. José Reyes se presentó en el campamento de los Azulejos dos días antes de la fecha obligatoria, con una camiseta de Superman, una amplia sonrisa y una actitud optimista sobre la próxima campaña.

El campocorto dominicano, cuatro veces electo para el Juego de Estrellas, pasó buena parte de la jornada del martes en entrenamiento. Se dio tiempo también para bromear con sus compañeros en la casa club.

«Estamos muy emocionados por este año, porque el anterior fue muy difícil para mí y para todo el equipo», dijo Reyes. «Este año me siento al 100% y de vuelta a la normalidad. Estoy ansioso por salir al terreno, hacer lo mejor posible y ayudar a que este club llegue a donde se necesita».

El veloz Reyes se vio limitado a sólo 92 juegos la campaña anterior, debido a una fractura de tobillo. Pese a que el problema se presentó en abril, Reyes relató que siguió molestándolo en junio, cuando salió de la lista de los lesionados.

Con más tiempo de recuperación, Reyes afirma que su tobillo está «mucho mejor». Niega encontrarse preocupado por los efectos que tendrá en su lesión el césped artificial del Rogers Centre.

«Siento que estamos antes de la campaña y que puedo moverme como deseo», dijo Reyes. «El año pasado esto era difícil para mí. Correr las bases, ir de primera a segunda, me molestaba un poco. Ahora no estoy preocupado en absoluto».

Abreu deseoso. El sueño tiene ahora tintes de realidad para José Abreu. El nuevo toletero cubano de los Medias Blancas de Chicago se reunió el martes con la prensa, dos días antes de la fecha en que deben presentarse los jardineros y peloteros de cuadro al campamento de pretemporada. Y Abreu, ansioso de que comience la temporada, ha trabajado ya duro en el complejo de prácticas de los Medias Blancas.

«Siento que esto se acerca», dijo Abreu. «No puedo esperar más». Abreu comentó que no ha tenido la oportunidad de hacer mucho con su reciente fortuna, luego de firmar un convenio por seis años y 68 millones de dólares con los Medias Blancas, en octubre. Y busca la oportunidad de hacer más preguntas a sus compatriotas Yoenis Céspedes y Yasiel Puig, quienes han tenido mucho éxito durante su breve permanencia en Estados Unidos.

«No compito con ellos», dijo Abreu. «Son una fuente de inspiración para mí». Abreu, de 27 años, es el primera base del futuro para los Medias Blancas. Paul Konerko, quien ha permanecido con la franquicia desde 1999, volvió para una campaña más. El veterano Konerko, quien juega en la inicial pero se desempeña también como bateador designado, dará consejos al cubano.

«Estoy agradecido por poder conversar con él», dijo Abreu acerca de Konerko. «Siento todo el respeto por su carrera y su éxito. Puedo aprender mucho de él». Abreu desertó de la selección cubana el año pasado, viajó a República Dominicana y las Grandes Ligas lo declararon agente libre.