Los doctores Jottin Cury y Rafael Duarte Pepín fueron dos profesionales con dilatado ejercicio de la profesión de abogado. Estaban reputados como maestros del derecho dominicano, especialmente en materia civil. En varias oportunidades se enfrentaron en los estrados y las audiencias se convertían en verdaderos toque de queda.
Ambos dominaban con marcada destreza casi todas las ramas del derecho. La diferencia estaba en la aptitud incidentalista que Duarte utilizaba en casi todos los casos que defendía. Sentó cátedras incidentando la demanda contra su cliente.
Jottin abominaba el régimen del dictador Trujillo y, como tal, nunca se proveyó de ese indispensable documento llamado cédula de identidad personal y mucho menos portaba el carnet del glorioso Partido Dominicano.
Duarte Pepín, en cambio, disfrutaba de las dulces mieles del poder en el gobierno de El Jefe.
Conocedor de la situación política de su colega frente a Trujillo, Duarte Pepín, a mediados de marzo de 1958, en plena audiencia, requirió del Juez Presidente de la Cámara Civil que exigiera al Dr. Cury la presentación de su documento de identidad, y acto seguido el Magistrado, sin pronunciar una sola palabra, dispuso el sobreseimiento del caso.
Ya en el frente del Tribunal, togas en brazo, Duarte Pepín se acercó a Jottin y le expresó sigilosamente: Excúsame, pero tu sabes como son las cosas, y de esto es que yo vivo.
Meses después representantes de diferentes sectores de la vida nacional intervinieron y lograron establecer relaciones entre el dictador y el destacado abogado, al extremo que semanas más tarde Cury fue nombrado gobernador de la provincia San Rafael (Elías Piña).
Después de la muerte de Trujillo ocupó posiciones de relevancia y en el gobierno de coronel Francisco Alberto Caamaño fue Canciller de la República.
Por su parte, Duarte Pepín ejerció por largos años la profesión de abogado y tenía sus oficinas en el bufete del Dr. Rafael Pina Acevedo, en la calle Jacinto Peynado, de Ciudad Nueva.