Una pena de 35 años de reclusión mayor fue la condena que recibió Frank Kelin Holguín Medina, por violación a la Ley 267-08 sobre terrorismo, tras demostrarse que fue quien incendió uno de los vagones del Metro de Santo Domingo en octubre de 2014, en el que un grupo de personas sufrió quemaduras.

Las juezas del Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, Pilar Rufino, Daira Cira Medina y Gissel Naranjo también lo responsabilizaron por intento de homicidio, contenido en los artículos 2, 295 y 304 del Código Penal dominicano.

La sanción es hasta el momento la más severa que se recuerde después de establecido el nuevo Código Penal, que elevó a 40 años la pena máxima. También la primera condena por terrorismo que se dicta en la República Dominicana.

A favor de los lesionados, como justa reparación de los daños se ordenó el pago de 241,160.61 euros, o su equivalente en pesos dominicanos a la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret). Para Francis Alberto González Gil, 15 millones de pesos dominicanos; a favor de Merilyn de León Candelario, el pago de 5 millones; para Mario Emilio Salas y Carlos Alejandro Radhamés, dos millones; a Leoncio Emiliano de la Cruz, Carolina Perdomo y María Altagracia Díaz, un millón para cada uno.

Holguín Medina, de 22 años, también fue condenado al pago de las costas procesales. Deberá cumplir prisión en la cárcel de San Pedro de Macorís.

Nada será igual. Aunque la pena de 35 años de prisión alivia un poco a Francis y Merilyn, los que resultaron con mayores lesiones por el incendio, aseguran que nada será igual.

Francis, a quien en principio se señalaba como el autor del crimen, resultó con quemaduras en el 80% de su cuerpo.

Está imposibilitado de su brazo izquierdo de forma permanente, y para caminar necesita la ayuda de otros. También resultó con daños en un costado.

“No es bueno que una persona con esa frialdad esté en las calles”, dijo Francis. Aunque dice no esperar que Holguín Medina pague la indemnización, es una garantía de que no saldrá de la cárcel mediante fianza. Al presentar sus conclusiones en audiencia, el

abogado defensor Raúl Hamburgo Mena criticó que en la etapa de instrucción no se le ordenara un examen psiquiátrico.

Había pedido que su defendido fuera declarado inocente y enviado a un centro de salud mental. A su salida de la audiencia el condenado parecía no haberse inmutado al

escuchar la sentencia. En cambio su padre, Nicolás Holguín, no pudo contener las lágrimas.