Era una estudiante de derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) la joven Sandra Angomás, de 26 años, asesinada por su marido Héctor Montero en un apartamento del sector  El  Dique, en el ensanche Ozama.

Montero, de quien se informó que  horas después se hizo un disparo en la cabeza en otra casa en  El Tamarindo, Santo Domingo Este, estaba grave ayer en el hospital Darío Contreras.

Según los familiares de Sandra,  Montero, la asediaba a tal punto que esta se mudaba constantemente de un lugar a otro para esquivarlo, debido a que no lo quería por sus agresiones.

Alipido Angomás, padre de la estudiante muerta, narra que era tan fuerte el asedio que Montero robó los documentos y los útiles universitarios de su hija para luego llamarla y asesinarla cobardemente.

El padre de la víctima expresó que constantemente su hija Sandra decía a Montero que la dejara tranquila, que no quería seguir con él, pero que este continuaba su asedio y la perseguía a donde quiera que ella se movía.

“Hasta yo mismo le dije un día que dejara esa muchacha tranquila, que hiciera su vida por otra parte, además la semana que entra venía una mujer de Italia para casarse con él”, expuso  el señor Angomás.

De su lado, la joven Glenyn Pichardo, prima hermana de la víctima, narró que en una ocasión Montero le  disparó a Sandra, pero sin que la impactara, razón por la cual ésta le huía y se mudaba siempre de un lugar otro.

Según los informes, luego del asesinato Montero cerró el cadáver de Sandra con candado en la habitación de su vivienda y se traslado a  la casa de sus familiares en sector El Tamarindo,  en donde se pegó un tiro en la cabeza.