San Juan. EFE. La detención en España de un estudiante de Medicina que viajó a Madrid con un kilo de cocaína en sus intestinos ha destapado en Puerto Rico el fenómeno de las mulas, práctica a la que por necesidad se ven empujados jóvenes de la isla.
La historia del puertorriqueño de 23 años Kelvin Concepción Bonilla, a quien todos creían un ejemplar estudiante de Medicina en la RD, ha sacado a la luz una actividad delictiva hasta ahora poco conocida en Puerto Rico. La detención de este estudiante de Medicina, encarcelado en Madrid desde el pasado día 13, ha impactado a la sociedad de Puerto Rico, país que por su posición geográfica es un puente para el trasiego de droga entre Sudamérica y los EE.UU. Los puertorriqueños se preguntan cómo un estudiante de una familia modelo pudo convertirse en mula, práctica en la que hasta ahora se pensaba caían sólo jóvenes marginales de países pobres de AL. Ralph Otero, antiguo director de Seguridad General de la Autoridad de los Puertos de Puerto Rico, señaló ayer a Efe que la alta incidencia del desempleo consecuencia de la crisis económica que golpea a la isla caribeña es una de las razones que empuja a los jóvenes a actuar como mulas». El especialista apuntó que la difícil situación económica ha empujado a los jóvenes a adentrarse en esta práctica criminal.
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No hay estadísticas
Pedro Sánchez, inspector de la Policía de Puerto rico, confirmó que no hay estadísticas de esta práctica delictiva. Sánchez subrayó que se trata de una actividad muy difícil de detectar y a la que recurren personas coaccionadas o quienes tienen que saldar deudas, en muchos casos relacionadas con drogas. Las mulas que utilizan PR como punto de partida pueden obtener por cada trayecto cantidades que oscilan entre los 7,000 y los 15,000 dólares.