Joven drogado viola y mata dos menores

Joven drogado viola y mata dos menores

El horror llegó ayer de manera inesperada al barrio El Nazareno de Los Alcarrizos, provincia Santo Domingo, cuando un hombre aparentemente drogado violó a dos niños de dos y cuatro años, sobrinos suyos, y luego los mató de varias puñaladas. Noel Turbí Féliz, de 30 años, vivía en la misma casa de los niños.

Dos hermanitos, de dos y cuatro años de edad,  fueron violados y  asesinados  a puñaladas ayer por su tío, quien supuestamente se encontraba bajo efectos de  drogas, en un hecho que ha consternado al sector El Nazareno, de Los Alcarrizos.

El  victimario fue identificado como Noel Turbí Féliz, de 30 años, a quien una multitud enardecida intentó linchar al enterarse de su acción.

Fue atacado a pedradas y a palos y recibió varios golpes, por lo que tuvo que ser llevado al hospital Vinicio Calventi, donde fue curado y luego conducido  al Palacio de la Policía Nacional.

  Turbí Féliz residía en la misma casa de las víctimas, en el sector El Nazareno.

 Para cometer el crimen, aprovechó la ausencia de la abuela de los niños, Elsa Féliz, quien los cuidaba mientras su madre, Eloisa Féliz,  trabajaba.

Anoche, los cadáveres de los menores, cuyos nombres no se publican por razones legales, permanecían en el Instituto Nacional de Patología Forense.

Según relató a periodistas de Hoy Miguelina Matos, cuñada de la abuela, el homicida se llevó a los dos niños a una de las habitaciones,   lanzó el colchón al suelo y colocó la base de la cama en la puerta de la habitación para evitar que  sus víctimas pudieran escapar y alertar a los vecinos.

“Ay, se llevaron la felicidad del barrio, ese bárbaro acabó con la felicidad de mi hija, y yo no pude hacer nada”, decía anoche entre sollozos Elsa Féliz.

En tanto, la madre  de las víctimas Eloisa Féliz, de 21 años, no se reponía del impacto de la tragedia, por lo que tuvo que ser sedada.

Las claves

Pudieron haber sido más

Luego  del hecho, el  homicida llamó a  la habitación a un primito de los muertos  y a una niña vecina bajo el argumento de que les había comprado galletas, pero estos  emprendieron la huida.

Incertidumbre

 Anoche los parientes de las víctimas no sabían dónde iban a sepultar a los niños, ya que carecían de los recursos para comprar los ataúdes y pagar el cementerio.

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