Joven está postrado por un balazo en el cuello

Joven está postrado por un balazo en el cuello

Jonathan Rafael Salcedo Encarnación tiene tres años y medio postrado en una silla de ruedas a causa de un disparo en la nuca, que lo mantiene en estado vegetativo.

Fue bombero durante dos meses y aspiraba a ser policía, pero un hombre le hizo un disparo en el cuello el 26 de agosto del 2007, y desde entonces, no ha podido mover las extremidades. Le dañó la medula ósea, creándole lesiones permanentes. Su cuerpo perdió la mayor parte de la estructura y ya empieza a parecer un esqueleto.

Su madre, Josefina, acudió al médico legista de la Fiscalía del Distrito Nacional, en busca de una evaluación y certificación legal de la condición de salud de su hijo, para proceder a acusar en juicio al imputado del crimen, Rafael Batista Soto, atrapado hace tres meses.

Sin embargo, su satisfacción  no es completa, debido a que no entiende la razón que tuvo su vecino  para dispararle a su hijo, a quien afirma  vio crecer en el sector Los Guandules. Contó que lo único que supo es que el hombre que tiene a su hijo en una silla de ruedas  se habría quejado de un robo en su residencia, por lo que supone que pensó en Johathan, a quien dice que le disparó sin mediar palabras en pleno día y sin pruebas de su acusación.

Declaró que el día del hecho Batista  fue detenido varias horas, sin embargo, no fue a prisión “porque tiene un hermano con rango de capitán de la Policía”.

Johathan, a penas puede estar sentado algunas horas en la silla porque se marea, lo mismo que en la cama. Dijo que no sabe por qué su vecino le dio el balazo que lo mantuvo al borde de la muerte  un mes y ocho días.  Expresó que el hombre que lo conoce desde los cuatro años no lo atrapó en su casa, ni le hizo reclamo el día que lo hirió. 

“Cuando me disparó solo sentí un calambre y después mareo”, contó el joven, al recordar el fatídico día en que en su cuerpo se alojó la baja y que no salió hasta que tuvo que ser sometido a una cirugía.

Las claves

1.  Irreversible

El médico legista Héctor Danilo Pérez sostuvo que Johathan tiene lesiones C3 y C4, un daño cervical que pasó a la médula, lacerada. Afirmó que el daño es permanente, debido a los problemas neurológicos vegetativos.

2. Muy crudo

Su madre cerró los ojos cuando escuchó el diagnóstico. El otro problema es que su familia no tiene dinero para encarar la manutención y los medicamentos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas