PANGUIPULLI. CHILE. EFE. Angélica Chincolef Huenumán, una joven mapuche de 24 años, decidió hace unos días romper el secreto mejor guardado de su familia y dar a conocer el fortín desde el que sus antepasados se enfrentaron hace unos 450 años a las tropas españolas comandadas por Pedro de Valdivia.
La familia Chincolef es propietaria del terreno donde está uno de los últimos fortines mapuches que quedan en el sur de Chile y que conserva su trazado original. Estas fortificaciones estaban asociadas a un sistema defensivo que se empleó en la zona, escenario siglos atrás de la llamada Guerra de Arauco, la lucha de las etnias puelche-huilliche contra los conquistadores europeos que arribaron en el siglo XVI. El secreto fue pasado de generación en generación.