Apoyado en la fe en Dios, el amor de sus padres y la buena voluntad de los dominicanos que hicieron aportes significativos con dinero y oraciones, Andy Herrera venció hace dos años todos los pronósticos de la ciencia de la salud, tras el exitoso trasplante de corazón al que fue sometido en un hospital de la Florida, en los Estados Unidos.

El adolescente, que acaba de cumplir 16 años, ahora está a la espera de otro milagro para continuar su batalla por la vida: una intervención renal.

Sus padres temen que su estatus migratorio le impida calificar para lograr ese objetivo, por lo que piden ayuda a las autoridades para gestionar una visa humanitaria o una de asilo que le permita permanecer en los Estados Unidos.

“En el UF Congenital Heart Disease Hospital, de Gainesville Florida, donde le harían el trasplante renal nos piden por lo menos tres años de visa para hacerle la intervención y darle seguimiento”, dijeron sus padres Sandy Herrera y Karen Reyes.

Explicaron que tienen visa de turistas, por lo que se ven obligados a pedir extensión cada seis meses y temen que en algún momento la nieguen.

Expresaron que carecen de recursos para pagar un abogado y no saben cómo moverse, por lo que apelan a la solidaridad de algún funcionario de la embajada dominicana en Estados Unidos, la cancillería u otra entidad gubernamental.

Por la salud de Andy se han unido distintos sectores. Su caso ha causado impacto a nivel nacional.