SANTIAGO. Luisa Chávez Gómez, está viva de milagro y porque se hizo la muerta frente a un haitiano que la violó, casi le destrozó los ojos, la mordió en todo el cuerpo y la pisoteó con sus botas pesadas.
La joven de 23 años y madre de dos niñas de 5 y 9 años, explicó, postrada en una cama, que mientras el haitiano, que emprendió la huida, la agredía sexualmente, ella le gritaba que la dejara viva, por sus dos hijas.
Yo iba para mi trabajo, desde mi casa, aquí en el callejón de Los López, en Las Tres Cruces, cuando me encontré con ese hombre que me agarró y comenzó inmediatamente a sobarme. Grite y nadie me escuchó, porque es un camino solitario, contó.
Chávez Gómez dijo que en ese momento el hombre, quien vestía un poloshirt verde de rayas, inició la agresión a trompadas, galletas y mordidas en contra de ella.
Cuando él me estaba ahorcando, yo lo arañé por el cuello, defendiéndome, y le iba a meter los dedos en los ojos, pero sólo logré arañarlo señaló.
La joven describió al haitiano como alto, fuerte, con los ojos brotados, de nariz fina, labios pronunciados, el pelo recortado bajito, vestido con camiseta verde, pantalones azules y botas negras.
Nosotros lo que queremos es justicia, y le hacemos un llamado al general Juan Ramón de La Cruz Martínez para que saquen a todos los haitianos de aquí. Estamos cansados de tantos problemas que ellos nos ocasionan, dijo la madre, Luisa Minaya, mientras se secaba las lágrimas de sus ojos.
Calificó el hecho como desgarrador, porque su hija es una muchacha que no se mete con nadie y tiene su esposo y sus dos hija, y que fue pisoteada y golpeada salvajemente por el haitiano.
Los vecinos y una hermana rogaron a las autoridades tomar cartas en el asunto, porque la situación en el lugar se está poniendo difícil con la llegada de tantos haitianos.
No es de ahora que vienen atracando los haitianos. A una señora y a un señor también los atracaron, pero no así como a Chavela. Nosotros estamos alarmados ante este hecho, y estamos muy nerviosos porque aquí tenemos muchas niñas que van a la escuela y se van por ese mismo lugar y regresan solas. Tenemos miedo, dijo Gerardine Morel.
Para Francisca Paula Germán, hermana de la joven violada, el peligro acecha en la barriada donde sostiene que en más de 30 años no había ocurrido una tragedia como esta.
El país tiene que saber que lo que ese desgraciado le hizo a mi hermana es un crimen. Ella está mal; está como si no estuviera en este mundo. Esto es peor que la muerte. Exigimos una investigación a fondo y que ese haitiano pague por lo que hizo, expresó la hermana entre lágrimas.