Este martes, 7 de septiembre de 2021, se cumplen dos meses del magnicidio del Jovenel Moise, y a la fecha hay quiénes se preguntan qué se ha enfriado más, si su cuerpo o la investigación de su muerte. Pocos son los hechos que se han podido confirmar como verdaderos del asesinato del presidente de Haití; ahora la investigación se vuelve a reiniciar por las presiones que han sentido los involucrados en ella.

El presidente de Haití murió la madrugada del 7 de julio en la casa presidencial mientras se encontraba durmiendo junto a su esposa. Sus hijos descansaban a unos pocos metros de la pareja presidencial cuando el cerco de seguridad de la casa fue supuestamente violentado. Un grupo de hombres en ese momento desconocidos entró para matarlos.

Las primeras informaciones sobre el hecho apuntaron a que un escuadrón de una agencia estadounidense había dado muerte a Jovenel y Martine Moise, de sus hijos no se sabía nada. Días después y aún con la consternación de lo sucedido el mundo se enteraría de que la Primera Dama Haitiana seguía con vida. Martine, desde la cama de un hospital, dio los primeros datos de lo qué pasó.

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Antes solo pudo decir que los asesinos de su esposo «Hablaban español» y que pudo salvar a sus hijos al meterse con ellos en el baño. Para ese momento, ellos habían sido resguardados en una casa de seguridad cuya ubicación aún se desconoce.

Los asesinos que «Hablaban español» resultaron ser un grupo de exmilitares colombianos contratados para realizar una operación en la que según dijeron harían efectiva una orden de arresto contra el mandatario haitiano, sin embargo, alguien dio la orden de disparar en el último minuto.

La investigación sobre el homicidio ha señalado a varios hombres como sospechosos, todos involucrados de una u otra forma en la vida política haitiana, entre ellos el principal es el doctor Enmanuel Sanon, quien públicamente declaró su oposición al gobierno de Moise y sus aspiraciones a la presidencia, además, se sabe que más de 20 colombianos se vieron involucrados en el hecho, de los que 18 permanecen detenidos, pero por planear la acción son seis los señalados.

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Los otros señalados son, Joseph Félix Badío, el venezolano Antonio Intriago, el ecuatoriano, Walter Veintemilla, sin embargo, aún no hay orden de arresto para estos últimos dos, además, otros bajo la mirilla de las autoridades on el jefe de seguridad del propio presidente y el jefe de policía de Haití, pero en estos momentos la investigación está en un punto muerto.

A las inconsistencias de las investigaciones y la «Dejadez» de las autoridades se suman las constantes amenazas de muerte que han recibido los jueces designados para llevar el caso que han denunciado recibir llamadas y mensajes en sus teléfonos exigiéndoles que dejen de investigar por lo que han preferido renunciar al proceso. Se recuerda que incluso antes de la muerte de Jovenel, Haití estaba sumergida en una profunda crisis social que daba el control de la nación a banda de criminales organizados.

Tampoco se sabe por qué mataron a Jovenel Moise hace ya dos meses, pero todos concuerdan en que el motivo del magnicidio fue político. Moise se mantenía enfrascado en una lucha con sus detractores por el tiempo que le quedaba al frente de la nación, además este era visto como un naciente dictador por algunos por las medidas que había tomado meses antes de su muerte, que eran consideradas por muchos como represivas y llegaron a acusarlo de corrupto.

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Sin embargo, su mujer defendió su memoria hasta días después de su muerte indicando firmemente que su esposo fue asesinado porque estaba decidido a hacer grandes cambios en Haití y que por eso tenía la intención de reformar la constitución.

Tal vez, lo que ha mermado el interés por descubrir lo que pasó haya sido el terremoto que ocurrió recientemente en esa parte de la isla volviendo a dejar miles de muertos como consecuencia y evidenciando una vez más las profundas carencias de las que adolece nuestro vecino país. Hoy en día hay quiénes aseguran que la respuesta a la pregunta ¿Quién mató a Jovenel Moise? Quedó enterrada en los escombros del más reciente terremoto.