Con un trabajo amplio que toca comunidades marginadas, estos muchachos ponen su parte

Tribu Urbana, Saetas y Oasis son grupos de jóvenes cristianos con un trabajo enfocado en los barrios citadinos marginados, pero igual dejan la ciudad para adentrarse en las comunidades rurales, a las que impactan con una abarcadora labor social.

Las jornadas de orientación médica, de prevención de dogas y sexo precoz, talleres de capacitación y entrega de colaboraciones, constituyen la base, su grano de arena para la transformación de la sociedad, el motor que los hace saltar de la zona de confort y entregarse a estas causas.

Muchachos de Iglesia Cristiana, Oasis y Nuevo Testamento focalizan su trabajo sobre todo en niños, adolescentes, embarazadas y envejecientes.

Loren Montalvo es la coordinadora de eventos en la Iglesia Cristiana, fundada hace 38 años, uno antes de que esta chica naciera y cuya labor toca demarcaciones deprimidas hasta las que llega Tribu Urbana a aliviar cargas.

“Con estudios da soporte a los jóvenes. El plan incluye visitas a orfanatos, Cajas de Misericordia, aquí el móvil es obtener regalos para niños, reuniones mensuales y anual hace el Viaje Misionero y un retiro muy importante de Sanidad Interior”, explica.
Una cosa que destaca es que este equipo es el más activo de la grey en ayuda social, con actividades de impacto directo a la gente.

Saetas. Es el grupo de jóvenes de la Iglesia Nuevo Testamento Central Santo Domingo, fundada el 15 de octubre de 1989. Hace 15 años están inmersos en un trabajo de campo, su contribución a reducir la desigualdad, a cerrar brechas de injusticia.

Así su parte para el cambio es la entrega de dorcas, (alimentos, medicamentos y ropa) talleres de capacitación, jornadas médicas, campamentos infantiles, y claro, evangelización.

Su radio de acción son orfanatos, hogares de ancianos, comunidades necesitadas.

El objetivo lo expone Samuel Silva, un activista de 18 años. “Levantar generaciones de discípulos que modelen el carácter de Cristo y glorifiquen el nombre de Dios. Proclamar las buenas nuevas de salvación, con el servicio a nuestra comunidad y nación”.

Oasis. Melany Amarante nació hace 23 años y buena parte de esa edad la ha dedicado a actividades comunitarias en la provincia Duarte, en el grupo de jóvenes de la Iglesia Cristiana Oasis, abierta desde 1996.

Estudia letras y teología y su misión guarda relación con estas carreras. Cursos bíblicos en escuelas y liceos, de literatura, de artes dramáticas a adolescentes, consejería matrimonial y familiar, acompañamiento a embarazadas, jornadas médicas y soporte a familias de escasos recursos.

De los logros indica el fortalecimiento de matrimonios, rescate a jóvenes de las drogas y la vida promiscua, formación artística. Esto lo plantea como parte del gran objetivo: buscar la gloria de Dios, mediante la imitación de Jesucristo entre los más necesitados. Es extender la mano, poner el corazón.

LAS CLAVE

Muy activos
Estos chicos han estado activos en las manifestaciones de los grupos Provida. Lo que plantean como forma de extender su labor social.
¿Por qué?
Sobre su determinación, Loren Montalvo indica que cada ser humano tiene un valor absoluto y supremo otorgado por Dios y apegarse a esto ha hecho de la sociedad occidental la más próspera de la historia, en conquista de derechos humanos, respeto a la dignidad y logro de los mayores avances científicos, políticos, económicos y sociales que preservan el bienestar de cada hombre y mujer.
Melany fija su postura. “No hay otro camino, no hay otra opción ¿El derecho de vivir no incluye a los que aún están en el vientre?