POR MARGARITA QUIROZ
La pasión por el montañismo y excursionismo enraizada en la mente, cuerpo y alma de Luis Franco, Federico Jovine, Iván Gómez, Luis Manuel González,  Karim Mella y Rubén Torres, nació cuando apenas eran unos adolescentes y cursaban los estudios intermedios en el colegio Loyola, de la Capital.

Pese a pertenecer a diferentes familias –aunque a un mismo estrato social– se convirtieron en «hermanos» y cada uno se involucró en igual medida en lo que definen su mejor pasatiempo.

De ahí que cada uno de ellos haya subido unas 30 veces al Pico Duarte, el más alto del país y las Antillas, y recorrido «por las cuatro esquinas» el territorio dominicano.

Actualmente son jóvenes emprendedores y profesionales (empresarios, abogados, administradores de empresa y biólogo) y, no obstante sus obligaciones, siempre sacan el tiempo para darse su escapadita y escalar una que otra montaña.

Hace dos años se embarcaron en un ambicioso proyecto de montañismo de velocidad denominado «10 en 10» que consistió en escalar las diez montañas más altas de la República Dominicana y del Caribe, en un período de diez días. En el 2000 fue el primer equipo dominicano y del Caribe en participar en un Eco Challenge celebrado en Borneo, Malasia.

 Como proyecto independiente, Rubén Torres, por ejemplo, ha realizado más de 70 expediciones terrestres a las cuatro regiones del país y la Cordillera Central. Luis Manuel González escaló el Pico Humbolt y Bolívar en Venezuela y las rutas de escalada en roca en New River Gorge (West Virginia), por mencionar algunos puntos y algunos de ellos.

Próxima meta

Escalar los dos picos más altos de África –el Kenya y el Kilimanjaro– es la próxima meta que pretenden alcanzar estos seis jóvenes. Esta es la primera expedición dominicana organizada que, de llegar a la cima, coronaría las dos cumbres más altas del continente africano.

El pasado lunes 19 salieron hacia África y mañana viernes, según lo programado, comenzarán la aventura.

Se trata de un proyecto que venían acariciando desde hace meses y que gracias a su buena contextura física y el apoyo económico de Tricom, hoy día es una realidad.

Esta nueva meta forma parte de un proyecto a largo plazo cuyo propósito es poder coronar las siete cimas más altas de cada continente.

Desde hace siglos, las costas de Kenya han atraído a exploradores. La gran diversidad que caracteriza este país siempre ha podido satisfacer incluso a los espíritus más curiosos. En Kenya conviven 40 grupos tribales, lo cual explica la existencia de numerosas culturas, religiones, tradiciones, costumbres y lenguas, unificadas por un sentimiento de hospitalidad.

Este país toma su nombre del Monte Kenya, la cumbre más alta de este país. El nombre significa «montaña luminosa» en una de las lenguas locales.

La ciudad de Kenya está ubicada al norte de Tanzania y tiene una altura de 5.200 metros de altura. Para subir hasta su cima se requiere de una escalada técnica con equipos como crampones, piolet, arnes, entre otros.

El Kilimanjaro está en Tanzania. Es el pico más alto de este continente y   tiene una altura de 5.895 metros de altura. Pese a ser el pico más alto de África es el más fácil de escalar, ya que no se requiere de una escalada técnica, ni de equipos. La dificultad para escalar el Kilimanjaro es que a partir de los 4.000 metros el nivel de oxígeno es menor y las personas por lo general sufren del mal de altura. Son montañas muy místicas y con muchas anécdotas, lo que las hace más atractivas para los excursionistas.

Aunque estas montañas se pueden subir todo el año, se recomienda evitar las dos temporadas de lluvia, la primera de fines de marzo hasta mediados de junio y la segunda de mediados de octubre hasta mediados de diciembre. En este periodo los senderos están muy resbalosos y por eso son más peligrosos. Ideales son los meses de enero/febrero y septiembre/octubre, cuando el cielo está despejado.

21 DÍAS DE AVENTURA

Antes de viajar al continente africano estos seis jóvenes tuvieron que vacunarse contra la malaria, tifoidea, difteria, tétano y fiebre amarilla. Las primeras cuatro las consiguieron en el país, pero la de la fiebre amarilla la mandaron a buscar a Estados Unidos.

El primer monte que estos jóvenes pretenden escalar es el Kilimanjaro y para lograr la travesía se harán acompañar de guías turísticos acostumbrados a recorrer la zona y, quienes además, se encargarán de cargar las mochilas con ropa, comida, agua y medicamentos.

Para subir y bajar esta montaña tomarán unos siete días y, cinco días para subir y bajar el Kenya. Mientras que tomarán una semana para descansar y recuperarse, es decir que la travesía durará 21 días.   

Aparte de la buena contextura física, estos jóvenes tendrán que aclimatar su cuerpo y así poder llegar a la meta, ya que a partir de los 4.000 metros el nivel de oxígeno es menor y esto trae como consecuencia el «mal de altura», lo cual produce vómito, dolor de cabeza y finalmente edema pulmonar.

Para evitar estos contratiempos estos jóvenes decidieron tomar la ruta más larga, que, aunque exige más esfuerzo físico, ofrece mayores posibilidades de escalar hasta la cúspide.

Al finalizar la expedición, si llegan a la meta, estos jóvenes piensan celebrar con un safari.