Por A. ORTIZ GOMEZ
Aunque en las farmacias se informa que es alarmante la compra de medicamentos para la estimulación sexual en jóvenes menores de 20 años de edad, los urólogos y cardiólogos no tienen registros de que haya enfermedades causadas por el uso y abuso de ese tipo de fármacos. Sin embargo, los fármacos para estimulación sexual no son tan inocuos como parecen, expresaron profesionales consultados por HOY, quienes, sin embargo, aseguran que no hay estudios médicos que den cuenta de enfermedades por uso y abuso de esos medicamentos.

Un recorrido por farmacias de distintos barrios, ensanches y sectores residenciales permitió comprobar con farmacéuticos y dependientes, que jóvenes y adolescentes menores de 18 años compran medicamentos para estimulación sexual.

La mayoría de esos jóvenes van a las farmacias, preguntan por varios medicamentos y terminan comprando uno denominado La Pela. El consumo de ese fármaco, cuyo precio es de RD$50.00, habría aumentado con la promoción que se le hizo durante la pasada temporada de béisbol.

«Muchos vienen y piden el medicamento, pero nosotros les decimos que no lo tomen con alcohol, porque puede hacerles daño», sostuvo una dependiente de farmacia. Otra empleada farmacéutica aseguró a HOY que  le da pena ver que muchachos tan jóvenes acudan a fármacos para tener relaciones sexuales, cuando se supone que a esa edad no lo necesitan.

En el hospital Padre Billini, el servicio de consulta no tiene casos de niños que acudan con problemas por abuso de medicamentos autoindicados. Tampoco hay registro en el hospital Salvador B. Gautier, ni en el departamento de Urología del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT).

Entrevistado al respecto, el doctor Wilton Cabrera, del departamento de Urología de CEDIMAT, expuso que los jóvenes que estén usando en forma desmedida los medicamentos para estimulación sexual, no acuden al médico para que se los prescriban. En ninguna de sus consultas se ha registrado la existencia de jóvenes con problemas de salud o cardíacos a consecuencia del uso de alcohol y fármacos para el estímulo sexual.

Además del doctor Cruz, fue entrevistado el nefrólogo Alberto Flores, quien no tiene evidencias ni datos de que se haya desarrollado enfermedades a causa de medicamentos para la estimulación sexual.

En la emergencia del hospital Salvador B. Gautier, del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), no hay registro de casos de jóvenes que hayan acudido allí por haber abusado de uno de esos fármacos.

«El daño puede ser a nivel psicológico: un joven usa un fármaco que no necesita eso le puede afectar a ese nivel», sostuvo el doctor Fulgencio Severino, cardiólogo.

El nefrólogo Alberto Flores sostuvo que todo mundo habla de que hay un incremento en el consumo de estimulantes sexuales, pero a los médicos no les consta.

Los médicos consideran que pueden afectar a nivel psicológico en personas jóvenes, pues la única enfermedad que podrían desarrollar es el priapismo, pero el fenómeno no ha sido estudiado debidamente.

Los pocos estudios que hay en el país son débiles y vienen del exterior, confirman los especialistas, quienes se niegan a repetir como papagayos lo que dice la gente en las calles.

Para los médicos no hay efectos secundarios comprobados, pero a largo plazo, el uso de un fármaco que el organismo no necesita puede crear dependencia, opinan otros.

ALGUNOS NOMBRES

Existen variados estimulantes sexuales en el mercado farmacéutico, la mayoría de los cuales se venden al público sin la necesidad de una prescripción médica.

La Pela es el fármaco que más se está vendiendo en las farmacias del país en la población de jóvenes y adolescentes. También se vende mucho Erec-F, pero éste en consumido en su mayoría por hombres de más de 50 años de edad. Algunos fármacos como Las Tres P y Viga están prohibidos en el mercado.

El uso de la mujer en la publicidad para promover esos productos de estimulación sexual también se ha puesto de moda en los últimos meses. También ha vuelto a generalizarse el uso del poder masculino sobre el femenino, cual si en la relación sexual el hombre tuviera que hacer uso de la «fuerza» para «maltratar» a su compañera. Los símbolos y significados de poder sexual están nueva vez de moda.