POR JUAN J. PÉREZ BELL
Cada temporada, en las Grandes Ligas surgen jugadores que con sobresalientes actuaciones pasan del anonimato a ser el centro de atención de los seguidores del béisbol. Jóvenes promesas, que con sus herramientas y capacidades, comprueban que en las mayores el talento se renueva constantemente y que siempre hay espacio para aquellos que serán el relevo de los más veteranos.

Este año no es la excepción, ya que una nueva camada de peloteros han tenido un tremendo arranque de campaña, y si bien es cierto que aun no son estrellas establecidas, están enseñando que en un futuro no muy lejano, podrían pertenecer a la elite de la gran carpa. Tal es el caso del torpedero de los Cerveceros de Milwaukee, J.J. Hardy, quien encabeza la Liga Nacional en cuadrangulares (14) y remolcadas (41), además de tener un jugoso promedio de bateo de .311 en el año.

Hardy, de 25 años de edad, está en su tercera estación en los niveles mayoritarios, pero es la primera vez que tiene la oportunidad de jugar todos los días, y sus números dicen que los Cerveceros no se equivocaron al entregarle la posición en la primavera.

A sus 22 agostos, el segunda base de las Mantarrayas de Tampa Bay, B.J. Upton, también ha exhibido muchas habilidades sobre el terreno de juego.

Antes de iniciar esta temporada, sólo había participado en 95 encuentros, pero con sus siete jonrones, 25 vueltas producidas, ocho bases robadas y un average de bateo de .310, se ha ganado el derecho de ser el intermedista titular del conjunto.

Otro a mencionar es el jardinero de los Angelinos de Anaheim, Reggie Willits,  un fuerte candidato para ganar el premio de novato del año de la Liga Americana, gracias a su actuación.