POR GERMAN MARTE
Contrario a la percepción de muchos, los jóvenes están conscientes del problema que representa la corrupción para la sociedad y tienen interés en integrarse y hacer cosas positivas para frenar este flagelo. Así lo afirmaron ayer varios de los participantes en el acto de cierre de la Cruzada Estudiantil Anticorrupción auspiciada por Participación Ciudadana (PC), celebrado en el Convento de los Dominicos.

Marina Hilario, coordinadora del programa de Transparencia de Gestión Pública de PC, explicó que los jóvenes saben el impacto que tiene la corrupción en sus comunidades y lo que ésta representa para que ellos puedan o no recibir salud, educación u otros servicios.

Adujo que PC promueve las cruzadas estudiantiles anticorrupción “con la idea  de que cada uno de los jóvenes que participan en ella se conviertan en multiplicadores de valores como honestidad, transparencia, responsabilidad y en función de esto la sociedad puede ir entendiendo que cada ciudadano debe asumir el compromiso de luchar contra la corrupción”.

El director ejecutivo de PC, Javier Cabreja, afirmó que en el país siguen imperando los niveles de impunidad  que siempre han existido respecto a la corrupción, porque no hay un sistema judicial firme en la persecución y el castigo de quienes incurren en hechos de corrupción. Esto, en su opinión, se convierte en un incentivo para que funcionarios y políticos que llegan a determinados cargos incurran en actos de corrupción, porque el sistema les da la seguridad de que no serán sancionados por el delito cometido.

“Uno lamenta que los niveles de impunidad sigan creciendo en el país y que no tengamos una justicia ni un Poder Ejecutivo con la firmeza y la voluntad política real para enfrentar la corrupción, y que los hechos de corrupción se manejen políticamente para garantizar ´la gobernabilidad´, pero no se dan cuenta que van creando un problema mayor de descontento en la ciudadanía respecto a los políticos y el sistema democrático”, expresó Cabreja.

En el encuentro participaron estudiantes de los centros educativos Geraldo Cansen, de Higüey; Arístides Fiallo, de La Romana; Federico Henríquez y Carvajal, de Barahona; Profesor Emilio Casado y José Núñez de Cáceres, de  San José de Ocoa; Ercilia Pepín, de San Francisco de Macorís y Manuel Acevedo Serrano, de Cutupú, La Vega.

Además participaron alumnos de los colegios Nuestra Señora de La Altagracia y Parroquial San José de Higüey, Cristo Rey de Barahona; Federico Flover, de San José de Ocoa, Vega Nueva y Don Luis Despradel, de La Vega y del politécnico Lilian Bayota, de La Romana. Los estudiantes presentaron socio-dramas, canciones, y expusieron sobre el impacto de la corrupción en la sociedad.

HABLAN LOS ESTUDIANTES

Para Leudi Rodríguez, del liceo Manuel Acevedo Serrano, de Cutupú, la cruzada anticorrupción es un método innovador que contribuye a contrarrestar las fallas que ha tenido el país en materia de corrupción, “pues no se sabe qué hacen nuestros gobernantes con el dinero que a diario aportan los ciudadanos a través de los impuestos, y no sabemos en realidad a dónde va a parar ese dinero”.

Kelvin Jesús Javier, del liceo Ercilia Pepín, de San Francisco de Macorís, consideró que el pueblo debe estar alerta a todo plan o programa que desarrollen las instituciones gubernamentales, para que se hagan a favor de la sociedad y no para beneficio particular de algunos funcionarios. Como ejemplo de actos de corrupción citó el caso del Plan Renove.

Su compañera Joselina Vásquez dijo que los políticos corruptos y ladrones deben ser denunciados, pues “la corrupción causa vergüenza”.

La tragedia que costó la vida a más de 130 reclusos en la cárcel pública de Higüey, la corrupción policial y la indolencia de los agentes ante la muerte de prisioneros fue el tema presentado por estudiantes del liceo Geraldo Hansen, de Higüey.  Uno de los actores en la obra fue John Anthony Soto Peña, estudiante del liceo Geraldo Hansen, de Higüey, esa tragedia pudo evitarse, en esa cárcel los presos viven como perros, en condiciones infrahumanas, “porque no hay autoridad y los gobernantes no hacen nada. Dicen que van a hacer una cárcel modelo, pero nunca hacen nada”. El problema de la corrupción también afecta la realización de obras públicas, consideraron Andrés Sánchez y Joara Henríquez, del liceo José Núñez de Cáceres, de San José de Ocoa.

“Desde mi punto de vista, la corrupción está acabando con todo. En San José de Ocoa, la mayoría de los corruptos son los políticos, y Obras Públicas es donde más lo hacen, no se ven las inversiones que hace el Estado en el pueblo”, expresó Joara, de 18 años. Consideró fundamental la ética y la vigilancia para que los funcionarios no cometan actos de corrupción. Nancy Brea, del colegio Don Luís Despradel, de La Vega, dijo que la corrupción genera pobreza y afecta la calidad de los servicios públicos, especialmente los que tienen que ver con educación y salud, la construcción de hospitales y escuela, pues cuando hay corrupción se dejan de construir estas obras.