Cientos de portugueses salieron ayer a las calles de Lisboa a protestar, sobre todo jóvenes, por el desempleo y por las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno para solucionar la crisis.
Lisboa, EFE.- La agencia de calificación Fitch volvió a bajar ayer, por segunda vez en una semana, la nota de solvencia del Estado portugués, que colocó tres escalones más abajo, en BBB-, por la posibilidad de que el país precise ayuda a corto plazo. La agencia reconoció la severidad de su medida, que situó al país en BBB-, y señaló que la convocatoria de elecciones anticipadas el próximo 5 de junio puede retrasar la ejecución de la necesaria política económica y llevar a un incumplimiento de las metas fiscales lusas.
También la agencia Standard and Poor’s recortó el martes la calificación de la deuda soberana portuguesa hasta BBB- tras haber realizado otro recorte de dos niveles, al igual que Fitch, la semana anterior. Las dos entidades calificadoras redujeron las notas del país tras la renuncia del primer ministro socialista luso, José Sócrates.