La música es su pasión, los mueve, es su bujía inspiradora y el motivo por el que día a día trabajan, en otros oficios, para invertir y convertirse en ídolos de multitudes.

Rafael Sena y Freddy Reyes, jóvenes de 25 y 22 años, sienten que su talento aún está por descubrirse y que la música es el oficio que quieren el resto de sus vidas.
Sena, conocido en el mundo artístico como “RC El Astronauta”, es oriundo de Neiba, pero vive en el ensanche Quisqueya de la capital.
Se inclina más por el merengue de calle, el reguetón y los ritmos tropicales, su favorito es el merengue.
Tiene alrededor de dos años dedicado a la música en el día y desde las 6:00 p.m. trabaja en su propio negocio: “El Rincón de la Pierna”, espacio donde promueve sus composiciones.
En tanto que Reyes, mejor conocido como “Micro la Memoria”, es oriundo del municipio de Constanza y también reside en el ensanche Quisqueya.
Su línea musical está determinada por el rap, dembou y ritmos románticos, con los cuales tiene mayor desempeño.
Trabaja en una tienda que vende accesorios para damas, para tratar de costear su pasión.
Ambos jóvenes comparten muchas similitudes, además de ser vecinos y “talentos en procura del éxito”, trabajan para tratar de lograr una pegada. Pero la falta de recursos económicos les hace su camino al éxito cada vez más difícil.
Desean una mano amiga que crea en ellos, puesto que promocionar un tema, a nivel de algunas emisoras, discotecas y páginas de internet, conlleva una inversión que supera los 50 mil pesos mensuales, dificultad que amenaza con mantener por mucho más tiempo sus talentos ocultos y sus sueños truncados.

La música es su pasión, los mueve, es su bujía inspiradora y el motivo por el que día a día trabajan, en otros oficios, para invertir y convertirse en ídolos de multitudes.
Rafael Sena y Freddy Reyes, jóvenes de 25 y 22 años, sienten que su talento aún está por descubrirse y que la música es el oficio que quieren el resto de sus vidas.
Sena, conocido en el mundo artístico como “RC El Astronauta”, es oriundo de Neiba, pero vive en el ensanche Quisqueya de la capital.
Se inclina más por el merengue de calle, el reguetón y los ritmos tropicales, su favorito es el merengue.
Tiene alrededor de dos años dedicado a la música en el día y desde las 6:00 p.m. trabaja en su propio negocio: “El Rincón de la Pierna”, espacio donde promueve sus composiciones.
En tanto que Reyes, mejor conocido como “Micro la Memoria”, es oriundo del municipio de Constanza y también reside en el ensanche Quisqueya.
Su línea musical está determinada por el rap, dembou y ritmos románticos, con los cuales tiene mayor desempeño.
Trabaja en una tienda que vende accesorios para damas, para tratar de costear su pasión.
Ambos jóvenes comparten muchas similitudes, además de ser vecinos y “talentos en procura del éxito”, trabajan para tratar de lograr una pegada. Pero la falta de recursos económicos les hace su camino al éxito cada vez más difícil.
Desean una mano amiga que crea en ellos, puesto que promocionar un tema, a nivel de algunas emisoras, discotecas y páginas de internet, conlleva una inversión que supera los 50 mil pesos mensuales, dificultad que amenaza con mantener por mucho más tiempo sus talentos ocultos y sus sueños truncados.