Jóvenes y bandas juveniles en nuestro país (1 de 3)

Jóvenes y bandas juveniles en nuestro país (1 de 3)

El fenómeno de las bandas juveniles no es reciente ni en nuestro país ni en otros.  En registros de historia oral se encuentra presencia de bandas juveniles en las décadas del 50 y 60.

Las bandas de estas épocas tenían un carácter territorial, se generaban desde la agrupación masculina de pares por conflictos vinculados a control de las mujeres y parejas así como de actividades lúdicas y festivas.

A finales del siglo XIX nuestra historia registra la existencia de bandas también con carácter territorial, masculino y marcadas por elementos de liderazgo social y político en el que tiene predominancia el caciquismo. El caciquismo ha tenido un peso importante en la formación de nuestras estructuras políticas partidarias y en las organizaciones sociales como gremios, sindicatos, y otros movimientos que se han estructurado en base a caciques locales o grupos basados en el liderazgo territorial con reminiscencia de un tipo de “cacique”. 

En estudios realizados por el antropólogo Jean Monod (2002) en París destaca que “las bandas de jóvenes no son un fenómeno nuevo, ni están ligadas de forma esencial a la civilización industrial. Hay grupos de jóvenes de la misma clase de edad en numerosas sociedades primitivas, particularmente en África y antiguamente en los indios de llanuras de América del Norte. La única novedad es que estos grupos de jóvenes no tienen ningún estatuto institucional en nuestra sociedad y que su alejamiento de la norma reforzado por todo lo que hay de vago y contradictorio en la definición de su estatuto toma carácter de permanencia y estilo de vida y a ojos de la sociedad “responsable” se convierte en un fenómeno patológico que desencadena todo un sistema de represión, de explotación y de recuperación”. 

En esta cita de Jean Monod podemos ver el reflejo de lo que ocurre en la sociedad dominicana con el abordaje de las bandas juveniles.

La ausencia de una comprensión socio-cultural de la cultura juvenil, de las formas de expresión de contracultura existente en las nuevas generaciones ha generado patrones de intolerancia social bañados de represión y violencia por parte de las autoridades competentes.

Las bandas juveniles son una representación de contracultura juvenil que se asocia a: 

– Masculinidad

– Formas de vestir

– Estilos musicales

– Manejo de conflictos personales-grupales

– Liderazgos vinculados al territorio o a estilos grupales

– Apoyo y defensa

La vinculación bandas juveniles-actividades delictivas es un error. El uso de la violencia en bandas juveniles es parte de elementos señalados anteriormente. Las redes criminales, de narcotráfico y otros… no responden a lógicas identitarias, carecen de signos visibles de identidad, pasan desapercibidas.

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