Juan A. Ventura – Luis A. Pelegrín

Juan A. Ventura – Luis A. Pelegrín

Con la muerte de don Luis Arturo Pelegrín, acaecida en Puerto Plata, el lunes 27 de enero de 2003, a la edad de 97 años de edad, perdió Puerto Plata a uno de sus hijos más ilustres.

Fue una de las figuras de más relieve en el siglo XX, en la provincia de Puerto Plata, por sus aportes como empresario y pionero en el campo turístico, contribuyendo al desarrollo económico y social de esta ciudad norteña.

Don Luis Arturo Pelegrín fue el pionero del turismo en Puerto Plata y, por ende, en la República Dominicana. También es el pionero de la radiodifusión en la Villa de Puerto Plata y propulsor e innovador de la hotelería de allí.

Producto de su trabajo tesonero acumuló una enorme fortuna en dineros efectivos y bienes muebles e inmuebles en la provincia de Puerto Plata.

Fue condiscípulo del ex presidente de la República, licenciado Joaquín Balaguer (1906-2002) en la escuela primaria de Puerto Plata.

Su primer trabajo fue en la Fábrica Nacional de Fósforos de Puerto Plata, en febrero de 1916 al ser instalada ésta, ganando un salario de veinticinco centavos diarios. De allí se fue a trabajar al Ferrocarril Central Dominicano como aprendiz de mecánica con Carlos Finke Artiles.

Fue contratado para trabajar como maquinista de la draga Ozama, laborando por nueve años.

En sus primeros años de juventud fue trabajador en el muelle como winchero, siendo él uno de los miembros fundadores del Sindicato de Estibadores Portuarios y Arrimo de Puerto Plata, el 21 de enero de 1937. Luego maquinista de dragas y, por último, mecánico, cuando solamente se ganaba veinticinco centavos por día.

Nació en Puerto Plata, el 29 de diciembre de 1906, hijo natural de la señora venezolana Dorotea Pelegrín (1889-1957) y del cubano José Arango.

Emigró a New York, trabajando por poco tiempo allí. De ahí se trasladó a Cuba en el año 1928, laborando en el dique.

Vino definitivamente de Cuba a Puerto Plata, en 1935 con dos anhelos: De tener en Puerto Plata un balneario y una emisora de radio. Ambas cosas las logró, basándose en trabajo y sacrificio. ¡Qué no le quepan dudas a nadie!

Fue fundador y propietario de los restaurantes: «El Brooklin», de «El Tropical Bambú», de «El Vitalidad», en Puerto Plata. En Santo Domingo, fue también dueño del restaurante más grande que existía en la calle Del Conde, llamado «Restaurante El Conde».

El ingenio Amistad de Llanos de Pérez, Imbert, Puerto Plata, fue de su propiedad, pero se vio precisado a salir de él por la presión del dictador Rafael Leonidas Trujillo.

El 23 de septiembre del año 1940 se inició en la masonería en la Respetable y Benemérita Logia Restauración No. 11, de Puerto Plata.

El 14 de mayo de 1941 fundó la emisora Broad Carting Tropical HI9T y HI94, en Puerto Plata. La Radio tropical Bambú, se identificó con el pueblo de Puerto Plata.

A la caída de la dictadura del dictador Trujillo, su propietario le cambió el nombre a la misma, el 19 de noviembre de 1961 por «La Voz de la Libertad». Al cambiarle el nombre a dicha emisora dio constancia de su antitrujillismo. Después de 5 años vendió esa emisora.

Cayó preso en varias ocasiones en la Era de Trujillo por su oposición a dicho régimen.

Le compró terrenos donde construyó el Balneario Colón Long Beach a José del Valle, Momón Henríquez y al Consejo de Estado, la casa de Petán Trujillo. Al mismo comenzaron a ir diario y semanalmente, giras procedente de casi todos los pueblos de la región Norte del país. Presentó a los mejores artistas nacionales e internacionales. Celebraba la tradicional «Fiesta del Bote» allí, de grata recordación hoy en día, para mucha gente.

Propulsor de la Orquesta Maravilla y el Trío Bambú, dirigido éste último por el desaparecido, Monguito Román.

Contribuyó a generar fuente de trabajo en sus diferentes empresas y negocios.

Don Luis A. Pelegrín, presentaba un rostro que demostraba estar siempre enojado, pensarían: ¡Qué antipático y grosero era ese Señor! No, no fue así; penetrar usted, los que piensan así, en el interior de ese buen hombre de bien, y allí alimentarán su curiosidad con las excelsas cualidades y dotes que poseía éste ilustre hijo de Puerto Plata.

Recibió homenajes, reconocimientos por sus aportes a Puerto Plata, y, también, al país. En 1987 fue reconocido por la Asociación de Prensa y Radio de Santiago; por el periódico puertoplateño El Faro, al cumplir 20 años de fundado en 1990, etc.

Era poseedor de un gran repertorio y rico anecdotario de sus andanzas por el Mundo. Formado en el trajín de la vida diaria.

Aprendió en la escuela lo indispensable para desenvolverse en el quehacer cotidiano.

Don Luis A. Pelegrín era un hombre completo en todo el sentido de la palabra, en que desarrolló una gran dinámica para su pueblo, mediante la realización de un trabajo tesonero y continúo. Dio a Puerto Plata el más grande ejemplo de trabajo, viniendo de abajo hasta llegar arriba.

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