Juan Antonio Rodríguez Pagán, de conferencias teatrales y el teatro de Lorca

Juan Antonio Rodríguez Pagán, de conferencias teatrales y el teatro de Lorca

POR MARIVELL CONTRERAS
Estuvimos presentes en la primera de las conferencias magistrales que con motivo de la próxima Feria del Libro de Santo Domingo, organizan Cultura y la dirección de la feria.  Fuimos primero porque son oportunidades valiosas para escuchar intelectuales y maestros de la investigación literaria y segundo porque se trataba de un trabajo sobre la poeta nacional de Puerto Rico, Julia de Burgos.

Cuando doña Socorro Castellanos lo anunció, ninguno de los que estábamos presentes pudimos suponer lo que nos esperaba, pero qué agradable sorpresa.

Juan Antonio Rodríguez Pagán se puso en el micrófono y nos desilusionó momentáneamente: “no creo que esta sea una conferencia magistral” y explicó brevemente lo que iba a suceder.

Que él iba a leer lo que tras muchos años de investigaciones logró recopilar, analizar y concluir acerca de Julia de Burgos y que para hacerlo se haría acompañar de unos actores y del también escritor boricua, uno de los poetas de Isla Negra, Marioantonio Rosa.

Lo que pasó entonces, fue como un teatro.  Que Rodríguez Pagan empezó a leer sus textos sobre Julia, la vida de Julia, sus primeros años, su adolescencia, su soledad de mujer, su encuentro con Juan Isidro Jiménez (el dominicano al que amó)  y que lo hacía como si fuera una voz en off, un cronista de un tiempo ya ido que relataba en presente mientras los flashes de lo contado iban pasando.

Lo que salió en el periódico de entonces, lo que Juan Isidro escribió en su diario, las cartas que Julia escribía y sus poemas, sobre todo esos poemas grandes de amor al Río de Loyza y a Juan Isidro.

El contaba, otra voz daba la noticia, otro el testimonio y ella, que voz más linda para su poesía.  Mientras lo escuchaba y no podía creer que esto pasaba, hacíamos esfuerzos por guardar cada cambio o inflexión tonal en nuestra memoria y al final, el paroxismo.

La actriz Flor de Bethania Abreu declamando con emoción y dramatismo a Pedro Mir en su canto de amor a Julia y a todas las Julias que la contenían y que ella contenía.  Lágrimas y emoción, tras el mejor teatro.

Fue esto y no otra cosa lo que nos llevó a conversar con Juan Antonio Rodríguez Pagán.  El profesor de la Universidad de Puerto Rico, el autor de varios libros sobre poetas (Gabriela Mistral, Julia de Burgos, Federico García Lorca) y lo más interesante, teatrero.

Fue esa última condición lo que puso de manifiesto en su conferencia Julia de Burgos: Vida y Obra.  Que el conocimiento no tiene necesariamente que ser aburrido y que hay formas de entretener y teatralizar mientras se comparte lo aprendido.

El director de la compañía de teatro Cundeamor y presidente del Pen Club de Puerto Rico, conversó con nosotros en las magnificas ruínas de La Vega Vieja en donde participó en la presentación de Narraciones Apócrifas de Pedro Antonio Valdez.

MC: Cuando pensaba en esa noche mágica de su conferencia sobre  Julia de Burgos pensaba en su teatralidad y en que está trabajando la palabra y las ideas más a través del drama, que del libro…

JP: Yo tengo una compañía de Teatro Cundeamor, es teatro de arte, no aceptamos ni hacemos obras que no sean obras de arte, sacamos para pagar nóminas y cubrir los gastos y con eso nos conformamos con lo que el gobierno nos da a veces, pero yo creo y eso lo he aprendido con los poetas nuevos, con los jovencitos que la manera en que ellos presentan sus poesías es de una manera muy amena, yo creo que el que va a dictar una conferencia tiene que cambiar la manera tradicional de hacerlo, y de hecho a veces yo presento un tema literario y lo presento con distintas voces y también a veces escenas, que allí no se puede hacer porque no pudimos ensayar”.

MC: Cuando habla de teatro y hablamos de representación no podemos olvidar que el teatro ha tenido una función social didáctica, de hacer despertar sensaciones, emociones y criterios, ¿esa es la línea de Cundeamor?

JP: “Si es la línea, por ejemplo de García Lorca hemos hecho bastante obras, y  son obras que realmente llevan un mensaje y que la gente salga de ahí, como decían los clásicos a enseñar a través de la diversión, que se sienta bien y aprenda algo”.

MC: Qué distingue el teatro que hacemos nosotros los caribeños del teatro formal que se hace en España , México, etc.?

JP: “Hay que distinguir, porque los de fuera son teatro experimental, tanto en España como en Europa se hace teatro experimental que es muy bueno aquí se hace un teatro tradicional que depende de que se represente bien, en realidad si el teatro se hace bien, cualquier teatro es bueno”.

DE LORCA

La compañía de teatro Cundeamor, explica “siempre presenta y representará a García Lorca”, pero no al Federico García Lorca que conoce la mayoría, ni el que las otras compañías representan.

Nada de La Casa de Bernarda Alba, ni de Bodas de Sangre, obras que considera el autor del libro “El otro lado del ´público´ de Lorca”, como señuelos que el poeta de Granada utilizó para poder escribir su repertorio personal.

Lorca es “nuestro escritor más utilizado, representamos el teatro que nadie representa, que nadie conoce que es el teatro que a el le interesaba y que él llamaba el teatro bajo la arena”.

Nos contó que estuvo en un pequeño teatro en Madrid en que presentaban una de esas obras fundamentales y nada famosas de Lorca y que al final fueron sus aplausos y los de   sus acompañantes los únicos que se escucharon porque “el teatro de vanguardia la gente no lo entiende y no le gusta”.

Dice que lamentablemente el teatro que iba a hacer Federico García Lorca no llegó a completarse porque él estaba trabajando para tener un público que los siguiera con sus trabajos normales para luego presentarles lo otro, “pero la vida no le dio la oportunidad”.

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