Juan Bosch: Un nuevo aniversario

Juan Bosch: Un nuevo aniversario

El próximo 30 de junio se cumplirán 106 años del natalicio de Juan Bosch, escritor, patriota, pensador y presidente de la República, en 1963. En ocasión de ese aniversario, publicamos fragmentos de un ensayo de nuestra autoría sobre su vida, incluido por la Fundación Corripio en su colección de los Premios Nacionales de Literatura, correspondiente a Juan Bosch, en 1990:

A pesar de su largo exilio, de casi un cuarto de siglo, Bosch no perdió el aliento y la atmósfera de lo dominicano. Siempre llevó a su pueblo en el recuerdo y en la acción. Luego de un breve lapso en Puerto Rico dedicado a la reorganización de los escritos de Hostos y establecerse en Cuba, vivió y viajó por países de América, Europa y Oriente, pero ninguno de esos ramales de su ser le hizo desviar de su blanco: la lucha contra la dictadura de Trujillo y por el establecimiento de la democracia en la República Dominicana.

Quizás por ello conectó tan rápidamente con su pueblo, aunque durante la ausencia sus libros no podían circular en el país y era un peligro pronunciar su nombre. A raíz del ajusticiamiento del tirano, líderes de diversos partidos se habían ganado la aceptación del pueblo. Cuando regresa, el 20 de octubre de 1961, apenas se le conoce, y un año después (el 20 de diciembre de 1962) era elegido mayoritariamente Presidente de la República.

Su reencuentro lo realizó a través de la radio. Aún recuerdo cómo en las casas las familias se congregaban en torno al transistor para escuchar una voz lenta, pero armoniosa y enérgica, que hablaba de los problemas nacionales. La mayoría de los líderes dividían la lucha del momento entre trujillistas y anti trujillistas. Pero Bosch planteaba el debate entre ricos y pobres, o, como decía entonces, entre tutumpotes e hijos de Machepa. Utilizaba la forma coloquial de la exposición, con giros de las peculiaridades de la lengua oral del dominicano, en que se repiten palabras y construcciones sintácticas a fin de que el oyente capte el mensaje que se pretende comunicar; ejercicio muy laborioso, pues se trata de un escritor que ha producido textos que han enriquecido el idioma español. Igual disyuntiva presentan sus discursos en manifestaciones públicas: su deseo de comunicar, enseñar, ganó espacio al estilo de orador electrizante.

Siendo Presidente de la República explicaba las principales decisiones gubernamentales. “El Palacio Nacional tiene que ser como una casa de cristal”, decía. El gobierno de 1963 tuvo como prioridad lo educativo. Con el fin de enfrentar el deterioro creciente del idioma se proponía contratar profesores españoles, colombianos y costarricenses para que impartieran cursos a maestros dominicanos de la lengua castellana. El desmantelamiento de la escuela hostosiana había dejado a la educación del país sin métodos científicos de enseñanza.

Ese proyecto murió con el golpe de Estado, al igual que el referente a las Villas de la Libertad, barriadas destinadas, en una primera etapa, a los trabajadores de los ingenios azucareros. La parte educativa de estos complejos habitacionales era novedosa. Solo fueron recuperadas las escuelas técnicas y de oficios.

La obra literaria de Bosch se compone de cuentos, novelas, romances y de guiones radiofónicos, escritos en Cuba, para los programas titulados “Forjadores de América” y “Memorias de una Dama Cubana”. Pero el cuento es su más trascendente producción literaria. En él presenta los matices esenciales de la realidad del campesino dominicano, desde sus tragedias y conflictos hasta su dignidad, sueños y esperanzas. Pese a que los temas locales toman en su pluma dimensiones universales, es notoria la preocupación didáctica. Sin proponérselo, con Rómulo Gallegos y otros narradores del continente, creó la llamada “literatura de la tierra”, tendencia que dio paso al boom literario latinoamericano que, con la Revolución cubana, proyectó mundialmente en este siglo a Latinoamérica, lo que había hecho Rubén Darío a finales del siglo XIX, con el Modernismo.

Algunos de sus cuentos, como “El socio” y “Dos pesos de agua”, son pioneros del realismo mágico en la literatura latinoamericana, que llevarían a su máxima expresión Alejo Carpentier y Gabriel García Márquez, entre otros. Es autor de Apuntes sobre el arte de escribir cuentos, uno de los contados trabajos sobre teoría del género escritos en el mundo. No se contentó con escribir una de las obras literarias más sólidas, sino que se empeñó en dar a conocer sus experiencias y conclusiones de narrador, como una contribución a las generaciones contemporáneas y futuras.

 

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