Juan Bosch vive

Juan Bosch vive

El próximo  domingo, 30 de junio,  se cumplirán 104  años  del  nacimiento  de Juan  Bosch.  Con  ese  motivo, el  Partido  de la  Liberación  Dominicana está   realizando  diversos  actos  nacionales e internacionales. También  la  Fundación  Juan  Bosch  y otras  instituciones  no  gubernamentales desarrollan, durante este mes,  actividades conmemorativas. Esto  quiere decir que   Juan Bosch  vive:  como  él  mismo sentenció “Nadie  se muere de verdad  si queda  en el  mundo quien   respete   su  memoria”.  

El  miércoles  pasado, el  Movimiento 30 de  Junio  celebró  una Ofrenda-homenaje  ante  la  tumba  del profesor  Bosch, en el  Cementerio  Ornamental  de  La  Vega, espacio que  es  una extensión del  Panteón de la  Patria. En  ese  acto nos  correspondió  decir las palabras   siguientes:         

Nos  hemos  congregado  en  esta histórica  Plazoleta  que lleva el  nombre del Maestro  Hostos para  homenajear en este 104 aniversario  de su nacimiento a otro  Maestro: Juan   Bosch, aquel  que  expresó que  “volvió a  nacer en San  Juan  de  Puerto  Rico a  principios  de  1938, cuando la  lectura de los  originales  de  Eugenio  María de  Hostos le permitió  conocer qué  fuerzas mueven,  y  cómo la  mueven, el  alma  de un  hombre consagrado al  servicio de los  demás”.

Podría decirse que  el  profesor  Bosch  a  partir  de  entonces intelectualizó, más  bien,  el ejercicio  hostosiano del  servicio. Porque  su  vocación de  servir  a su pueblo, fue  creciendo  en   él  como crecía  la  piel de  su  cuerpo. Si  no,  pregúntenselo  a los  otros  descendientes  de  su abuelo materno  y  tíos  de  Río Verde, quienes  llegaron  a   mostrar su inquietud  por  la  forma en que  el  muchacho, durante  sus  vacaciones,   se  relacionaba con los   campesinos, labradores  y   echadías,  de sus  fincas. Después  que él   regresaba  a  la  ciudad,  empezaban  las  quejas y  reclamos  de los  trabajadores.

No podía  ser  de otra  manera.  El  joven  Bosch preguntaba por el salario, cómo  vivían, cómo  comían, inquiría cómo enfrentaban  sus enfermedades. Con  ello  dejaba  un incendio en la pradera.  Era  una   especie de abogado  laboralista, como refirió  Evelyn  Marte, o un  indignado precoz  ante  la  injusticia,  la  explotación, la  marginalidad, como lo llamé  alguna  vez. Es  lo que se  refleja  en subida, su literatura,  sus  ensayos, sus  discursos. 

Ese  apego  a  servir es  una  manera  de  expresar  la  justicia, tan  duartiana,  tan  martiana,  tan hostosiana,  tan  boschiana. Así  lo proclamó  el   Fundador de la  República  Dominicana: “Sed  justos lo primero, si queréis  ser felices”.

Por  ello,   cuando se  complicó  la  situación  económica , social del  país a finales del  siglo XIX,  el   Maestro   Hostos  expresó que la  sociedad  moría no de muerte  natural, “sino  de asfixia  moral”.

En  esta  época no  solo caracterizada  por las  profundas  crisis económica,  financiera,  alimentaria y medio-ambiental,  sino  de valores  y  de  credibilidad,  seguiremos en nuestro esfuerzo por  la  profundización  del  legado  ético,  moral, patriótico,  humanista y    transformador  de  Juan   Bosch   en el  PLD  y en la sociedad  dominicana.   

En  ocasión  de  conmemorarse en  este año  2013, el  50  aniversario  del  ascenso  de  Juan  Bosch a  la  presidencia de  la  República  y  de  otras    fechas emblemáticas,  como el  bicentenario  del  nacimiento   de    Juan  Pablo  Duarte, los  integrantes del  Movimiento  30  de  Junio  hemos  venido  hasta  donde  descansan  las  cenizas   venerables   del Maestro Bosch  para reafirmar  nuestro   compromiso  con su ideario.

Es la   lucha  sin  tregua  para que sus  doctrinas  y  principios encarnados en su  vida , su   obra  literaria y de  pensamiento,  así  como en  su condición de prócer  de la  República, se  preserve  como  síntesis  de los  más  nobles avatares  del  proceso   histórico   del pueblo dominicano. En ese contexto, recordamos su proclama: “A la patria no se le usa, se le sirve”.

A    dos  siglos del nacimiento  de Duarte y  de las   independencias  nacionales  de  América   Latina,  los  pueblos  se  abocan  a una  nueva  independencia  económica y  cultural,  en un  escenario con mayores    dificultades que  en los  tiempos  de los forjadores  de la   libertad.

 A propósito de las emblemáticas efemérides que se conmemoran en este 2013, convocamos  a  los hijos de  esta  patria comprometidos  con   esos  ideales a  integrarse de    manera decisiva  a  seguir  desarrollando  las   agendas  pendientes de  nuestro devenir   histórico.

 A  la  luz de los  cambios  globales  en la  ciencia y la  tecnología, vivimos  hoy un  nuevo   ciclo del proceso  de  liberación,   para   lograr concluir  la  obra  redentora de  los pueblos   iniciada  hace   200  años por sus   forjadores  y  libertadores; a  sabiendas  de que   hoy la lucha  tiene    mayores  escollos por  la  tecnificación  y  sofisticación  de los  poderes que  dominan  e  imponen  sus  políticas y modos  de vida en los  más  variados  aspectos.

En su defensa  de la  libertad, Juan Bosch, con apenas 25 años, fue encarcelado en  tiempos del  Trujillato. Hizo  conciencia  de que no  bastaba solo con  indignarse ante  las  injusticias,  sino que había que luchar  decididamente contra    esos  males en el plano  político. Así comenzaron 24 largos años de  exilio, enfrentando, no   solo a la dictadura de  Trujillo,  sino a  otras  tiranías   de  América  Latina, lo  que lo  convirtió en  exiliado de  varios países.

Sus  ejecutorias gubernamentales  y   su ejercicio  pleno  de la  política,  siguen  constituyendo  legados de la  mayor  trascendencia  para nuestro  país,  Latinoamérica  y el  mundo.

Si  los  trinitarios  firmaron con su  sangre  el compromiso que  contraían con la patria,  nuestro  juramento  y    decisión   habrán  de  sellarse  con  la  entrega  total  de sumar  nuestra acción  al destino  de la  nación  dominicana.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas