MADRID (AFP) – España conmemoró el martes con la mayor discreción el trigésimo aniversario de la proclamación como rey de España de Juan Carlos, el monarca que convirtió esta nación recién salida de la dictadura de Franco en una democracia plenamente insertada en el concierto internacional.
Un concierto en el Auditorio de Tenerife, en el archipiélago de las Canarias, donde los soberanos españoles cumplen una visita, y una recepción institucional el miércoles en el Palacio Real en Madrid, son los dos únicos actos con los que España conmemora los 30 años de reinado de Don Juan Carlos.
Los miembros del gobierno español, de los poderes judicial y legislativo, y representantes de la vida política española asistirán a esa recepción institucional, a la que no asistirán dos formaciones políticas republicanas: los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la coalición Izquierda Unida (IU, pro-comunista).
«Con todo respeto pero desde toda la convicción que nos dan nuestros postulados ideológicos, siendo consecuentes (…) con el modelo de Estado federal y republicano que propugnamos, nos vemos en la obligación de declinar esta invitación», expresó el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, en una carta dirigida al jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza.
Antes de recordar que ERC «no tiene costumbre» de asistir a eventos organizados por el soberano español, el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Tard, consideró que los miembros de la familia real española deberían «reflexionar» sobre la conveniencia de que también ellos contribuyan al erario público, como hace la familia real británica como un ejemplo de «madurez extraordinaria».
La familia real española no declara sus bienes ni patrimonio y tampoco rinde cuentas a la nación sobre el uso del presupuesto anual que los diputados otorgan a la Casa Real, y que en 2006 alcanzará los ocho millones de euros.
La discreción de las celebraciones del 30 aniversario son deseo expreso del monarca, después de que en 2000 se celebrara con mayor énfasis, incluyendo un discurso del soberano ante las Cortes Generales, el 25 aniversario de su llegada al trono, un 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte del dictador Francisco Franco.
«El rey del cambio», como lo denomina el martes el diario El País, dejó claro desde el principio en su discurso de proclamación como monarca que tras 40 años de férrea dictadura franquista (1939-1975), el rumbo de España iba a ser otro.
«Una sociedad libre y moderna requiere la participación de todos en los foros de decisión, en los medios de información, en los diversos modelos educativos y en el control de la riqueza nacional», dijo Don Juan Carlos, durante la ceremonia de su proclamación como rey.
«Hacer cada día más cierta y eficaz esa participación debe ser una empresa comunitaria y una tarea de gobierno», añadía en esa ocasión el monarca de 37 años.
Desde ese momento, el rey lideró el camino de España hacia la democracia con la ley de reforma política de 1977 que permitió cambiar las Leyes Fundamentales, que regían el régimen franquista, y abrir el camino a la Constitución del año siguiente, actualmente en vigor en España, al tiempo que nombraba presidente del gobierno a Adolfo Suárez, cuyo nombramiento acompañaba «una verdadera cesión de poder y competencias», escribe el ex jefe del gobierno Felipe González (1982-1996) en el diario El País de este martes.
«Es el pueblo español quien en estas fechas merece un homenaje de gratitud, respeto y admiración por su esfuerzo, generosidad, responsabilidad y sacrificio volcados en la decisiva tarea de hacer de España un país moderno, abierto y solidario, unido, a la vez que plural y diverso, patrimonio de todos los españoles por igual», dijo el monarca la noche del lunes en Las Palmas de Gran Canaria.
El rey Juan Carlos también expresó su «gratitud» por su apoyo a su esposa la reina Sofía, y a sus hijos, al tiempo que llamó a «preservar, fortalecer y mejorar día a día, nuestra paz, concordia y bienestar», tres conceptos que también usó en su discurso de proclamación como rey.