POR MANUEL EDUARDO SOTO
MIAMI.- Finalmente, despues de cinco meses de espera y dos postergaciones, Miami pudo ver la noche del sábado de la semana pasada en el mismo escenario al cantautor mexicano Juan Gabriel y a la tonadillera española Isabel Pantoja.

Y ante un American Airlines Arena repleto, la pareja estremeció el coliseo haciendo cantar a las más de 10,000 personas presentes durante las casi tres horas que duró el espectáculo en el cual ambos hicieron un recorrido por sus canciones más conocidas, bailaron y hasta entonaron temas a dúo.

Aunque Juanga se mostró cauteloso en sus pasos para evitar otra caída como la que tuvo en noviembre en Houston, Texas, y que lo obligó a suspender su gira mundial por cuatro meses, hubo momentos en que no se pudo aguantar las ganas e hizo un derroche de entusiasmo para dejarse llevar por los acordes de la numerosa orquesta, volviendo a ser el singular artista que sin importarle su sobrepeso baila subiéndose la parte trasera de la chaqueta.

“Tuve la gran suerte hace 21 años de conocer a Alberto’’, dijo Isabel en una pausa, aludiendo al cantautor cuyo nombre verdadero es Alberto Aguilera Valadez. “Hace todo ese tiempo que queríamos compartir un escenario’’.

La velada fue amena y entretenida porque Juan Gabriel, vistiendo un sobrio traje negro, camisa de cuello y corbata, e Isabel, que se cambió tres veces de ropa, se fueron turnando entre canción y canción, manteniéndose ambos sobre el escenario la mayor parte del tiempo.

Isabel fue la encargada de iniciar el show con Donde el corazón me lleve, siguiéndole Juanga con Mía un año, y así sucesivamente, deleitando al público con canciones clásicas de sus respectivos repertorios. Ella arrancó espontáneos y estridentes aplausos con Se me enamora el alma, Marinero de luces, A tu vera y La virgen del Rocío, mientras que él hizo lo suyo con Querida, Yo no nací para amar, Abrázame muy fuerte, Amor eterno, Costumbres y Hasta que te conocí.

Isabel habló maravillas del tema La virgen del Rocío, pero le faltó decir que se la había compuesto Juan Gabriel, lo que él criticó posteriormente sobre el escenario, en el único momento controversial del espectáculo.

Como se esperaba, la jornada concluyó con los dos cantando Así fue, otra composición que Juan Gabriel realizó para la Pantoja y que triunfó en las versiones individuales de cada uno de ellos.

“Que maravillosa eres, Isabel!’’, le dijo emocionado Juan Gabriel a la tonadillera andaluza en un momento de la noche, uniéndose en seguida en un fuerte y genuino abrazo mientras sus admiradores celebraban el gesto con prolongados aplausos.

Desde el público también se escucharon vítores espontáneos en momentos de silencio, como “Viva Juárez!’’, en homenaje a Juanga, que se crió en esa ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos, y “Ole, Chabela!’’, cuando Isabel salió con un traje andaluz blanco con flores rojas estampadas, con mantilla y una larga cola para interpretar temas típicos de su región como Francisco Alegre y A tu vera.

Como es la costumbre de Juan Gabriel, en la parte final de sus presentaciones invita a que salga al escenario su grupo de mariachis, y el contagioso sonido inconfundible de las trompetas, violines y guitarrones enciende instantáneamente el ambiente.

El artista se contagia también con los acordes de su tierra y alarga las canciones más allá de su duración original, alcanzando de esa forma las tres horas que emplea regularmente en sus presentaciones. Sus mariachis también tuvieron oportunidad de mostrar su aspecto cómico, bailando como un stripper y tocando sus instrumentos en forma jocosamente erótica.

Y citando uno de sus grandes éxitos (aunque no lo incluyó en la función de la noche del sábado), valió la pena esperar que Juanga se recuperara de la caída de Houston porque a Miami llegó totalmente recuperado.