Juan Hubieres, presidente de la Federación Nacional de Transportistas La Nueva Opción (Fenatrano), definió como una estafa, un robo y una mafia, la apertura de corredores en Santo Domingo, cuyo objetivo final, afirma, es el desmantelamiento de la Oficina Metropolitana de Autobuses (Omsa) y entregar el servicio al sector privado.
El dirigente choferil denuncia que la «mafia» en el negocio es de tal magnitud que se compran guaguas sobrevaluadas hasta por más de US$20 mil, pero además estarían desmantelando autobuses de la OMSA para armar las nuevas unidades importadas.
Estima que de continuar la situación, hasta el Palacio Nacional sería privatizado mediante el mecanismo de fideicomiso a través del cual se entregan los autobuses y se entregarán el Metro y el Teleférico.
Afirmó que esos corredores a quienes resuelven el problema es a los personajes a quienes el gobierno regala los autobuses, unas 200 unidades que ya han sido compradas, según dijo sobrevaluadas sobre seis a ocho millones de dólares.
Estima que entre las autoridades del Instituto Nacional de Tránsito Y Transporte Terrestre (Intrant) de la pasada y la presente gestión se ha creado un pacto de impunidad que ha impedido realizar una auditoría en ese organismo sobre el otorgamiento de la licencia a una firma para la supervisión técnica vehicular.
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De igual modo, la licencia de conducir otorgada a la misma compañía, supuestamente con 10 dólares de más con miras a repartir coimas, así como el otorgamiento de los corredores, que vienen desde el pasado gobierno, “en una acción de contubernio, de maridaje con parte de los que dirigieron el Plan Renove, aunque no dan la cara, como tuvieron que hacerlo cuando fueron a la justicia”, apunta.
Lamenta que la actual gestión haya tomado el camino de apoyar a los corruptos y a la corrupción, desmantelando a la OMSA y pasar el subsidio de esa oficina, US$20 millones al año, debido a que la política es regalar los corredores de esa entidad.
Sostuvo que tanto los corredores de la Núñez de Cáceres como el de la Churchill, así como otro que tenían programado para abrirlo recién, son propiedad de la OMSA, por lo que la “mafia” de los gobiernos anteriores no da ni por los tobillos a quienes desmantelan actualmente a esa entidad.
“No tienen capacidad siquiera para dirigir la OMSA desde el Palacio Nacional, y su director sabe como quitan piezas, pastillos para contadores de pasajeros, para armar las nuevas guaguas que llegan al país”, advierte.