Juan Huss: un mártir de la fe

Juan Huss: un mártir de la fe

El pasado 31 de octubre se conmemoró el 493º aniversario de la Reforma Protestante, y el 10 de noviembre se cumplieron 527 años del nacimiento de Martín Lutero quien encabezó dicho movimiento. El 6 de julio pasado se cumplieron 595 años del martirio de  Juan Huss (1373-1415). Huss fue el más destacado mártir de la Edad Media en la historia del cristianismo.

Nació  en Husinec, en el sur de Bohemia, y asumió el nombre de su lugar de origen.  Fue un teólogo, reformador, predicador y filósofo que se desempeñó como maestro en la Universidad   Carolina de Praga.

Es considerado un precursor de la Reforma Protestante. Sus seguidores son conocidos como husitas. Fue hijo de un campesino pobre quien murió cuando Juan era niño: fue criado con mucho esfuerzo por su madre, quien tenía muchos deseos de que su hijo fuera sacerdote y Juan, como a los 13 años de edad, entró en la escuela primaria en la cercana Prachatiace. Demostró tener piedad y fervor religioso desde su infancia, pues participó como monaguillo y cantó en el coro de la iglesia.

En   1390 se matriculó en la universidad de Praga y cuatro años después recibió su grado de bachiller, ocupando el sexto lugar en un grupo de 22. Al continuar para obtener la maestría en 1396, comenzó a enseñar en la facultad de artes.

En 1402, después de recibir la ordenación sacerdotal, fue nombrado rector y predicador de la Capilla de Belén, centro de la predicación checa en el espíritu del anterior movimiento reformista checo. Se convirtió así en su más notable expositor popular. Sin embargo, continuó con su actividad en la facultad de artes y se matriculó en la de teología para obtener el doctorado.

La situación política en los días de Huss no era nada estable. Alemania y Bohemia (lo que fuera Checoslovaquia en el siglo XX, hoy Eslovaquia y República Checa) estaban muy relacionadas; estas se tornaron un tanto tensas debido a que los alemanes, por ejemplo, en la Universidad sin ser la mayoría contaban con  tres votos, y los bohemios con uno. El sentimiento nacionalista se exacerbaba cada día.

En 1346 el emperador Carlos IV había heredado el trono de Bohemia, y a partir de entonces las relaciones entre ambos países habían sido muy estrechas.

 En 1363, Wenceslao IV había sido coronado rey de Bohemia, todavía en vida de su padre Carlos IV. Y en 1378, al morir éste, lo sucedió también como emperador de Alemania. Sin embargo, fue finalmente depuesto en el 1400.

Once años más tarde, Segismundo, hermano de Wenceslao, fue hecho emperador por los rebeldes alemanes. Puesto que Wenceslao todavía se consideraba a sí mismo único emperador legítimo, las relaciones entre ambos hermanos no eran buenas.

Huss se hizo muy popular como predicador debido a su elocuencia y ardor, y pronto la capilla de Belén se volvió   centro del movimiento reformador. Wenceslao y su esposa Sofía lo tomaron por confesor, y le prestaron su apoyo. Algunos miembros de la jerarquía de la Iglesia comenzaron a mirarlo con recelo.

Huss predicaba contra los abusos que existían en la iglesia, pero sostenía las doctrinas generalmente aceptadas del cristianismo. A diferencia de Wyclif, Juan Huss era afable, y contaba con gran apoyo del pueblo. Sus opositores no se atrevían a impugnar su vida o su ortodoxia.

El problema surgió en la Universidad de Praga, cuando un discípulo de Huss, Jerónimo de Praga había trajo algunas obras de Wyclef desde Inglaterra en 1401. Huss simpatizó con algunas de las ideas reformistas propuestas por este último.

En 1403 un   catedrático universitario alemán, Johan Hubner, seleccionó 45 tesis de los escritos de Wiclef y logró que la universidad las condenara como heréticas, pues allí los alemanes, tenían tres votos en contra del único voto checo.

Esto causó una ruptura entre los profesores alemanes y los checos, porque estos últimos generalmente defendían a Wiclef. Huss, sin embargo, no compartía las radicales ideas teológicas de Wiclef, tales como la remanencia, si bien algunos miembros de su grupo sí las compartían.

Finalmente en 1408 los oponentes de la reforma, en su mayoría del alto clero, se ganaron al arzobispo, el joven Zbynek Zajic de Hasmburk, el cual al principio había apoyado a Huss. La ruptura final vino en 1409 en torno a la caída del Papa Gregorio XII y la elección de Alejandro V en el Concilio de Pisa.

El rey Wenceslao y los catedráticos checos, entre ellos Huss, se pusieron del lado de Alejandro, en tanto que Zbynek y los profesores alemanes permanecieron fieles a Gregorio. Cuando el rey forzó al arzobispo a reconocer al nuevo papa, Zbynek logró que Alejandro prohibiera la predicación en las capillas, entre ellas la de Belén.

Huss rehusó obedecer y fue excomulgado por Zbynek, y entonces el caso fue llevado a la curia romana. Huss fue citado para comparecer en Roma, pero mandó procuradores en su lugar. Entonces fue excomulgado por el Cardenal de Colonia por contumacia.

El rey, airado por la oposición de los profesores alemanes a su política eclesiástica, cambió los estatutos de la universidad privando a los alemanes de sus tres votos y concediéndolos a los checos. Los alemanes se fueron en grupo, y Huss fue elegido rector de la universidad, ahora completamente checa.

El Papa Juan XXIII  designó una comisión para la venta de indulgencias. Huss denunció vehementemente este “tráfico con lo sagrado” como herejía. El populacho de Praga se levantó en un motín y quemó un simulacro de la bula papal.

El proceso contra Huss en la Curia se renovó en 1412, y fue declarado bajo excomunión mayor por el Cardenal Pedro degli Stephanechi. Praga fue puesta en entredicho a causa de la presencia de Huss; entonces él se fue al exilio..

El emperador Segismundo era el promotor principal para que un concilio se reuniera; aunque Juan XXIII cooperó de mala gana. El concilio había de celebrarse en Constanza el 1º. de noviembre de 1414. Segismundo invitó a Huss a asistir y le prometió un salvoconducto para el viaje de ida y vuelta, aun cuando no se levantaron los cargos que había contra él.

Después de mucha vacilación y, a instancias incluso del rey Wenceslao, Huss consintió en ir. Se fue de Krakovec el 11 de oct. Y llegó a Constanza el 3 de nov. Al principio se le dejó tranquilo, pero en menos de un mes se le hizo entrar con engaños en la residencia papal y fue encerrado en un calabozo en el monasterio dominico.

Se nombró entonces una junta de jueces y se le sujetó a lo que equivalía a una continuación del anterior proceso por herejía. Los jueces se esforzaron por hacerlo aparecer como adherente del wiclefismo; pero cuando él rechazó con éxito la mayoría de los cargos, Pálec extrajo 42 artículos de la principal obra de Huss, De ecclesía.  Cuando el canciller parisién, Jean Gerson, llegó al concilio, trajo consigo veinte cargos más de herejía y error.

El Papa Juan XXIII  presidía el concilio al inicio, huyó del mismo, fue capturado, condenado  y depuesto del cargo sobre la base de 54 cargos.

Entretanto, el concilio se reorganizó. Huss, que había sido trasladado al castillo de Gottlieben, estaba siendo juzgado ahora por una nueva comisión, cuyo jefe era el Cardenal Pedro d`Ailly. Por fin se le permitió una audiencia pública ante el concilio el 5, 7 y 8 de junio, pero no se le dejó presentar y defender sus propias ideas, sino solo responder a cargos falsamente formulados contra él por sus enemigos o atestiguados por falsos testigos.

Por último d`Ailly exigió que Huss abjurara de los artículos que se le imputaban. En vano protestó Huss que abjurar de lo que no creía sería perjurar. Estaba dispuesto a abjurar si se le demostraba con la Escritura que su enseñanza era falsa. Esto no lo aceptó el concilio.

La última sesión se celebró el 6 de julio en la catedral, en presencia de la congregación general del concilio. Se leyeron los últimos 30 artículos, ninguno de los cuales enunciaba correctamente la doctrina de Huss. Puesto que todavía rehusó él retractarse arguyendo que se le atribuían ideas que no tenía, se le declaró hereje obstinado, discípulo de Wichef; fue depuesto y degradado del sacerdocio, y entregado al poder secular para la ejecución. Fue quemado en la hoguera el mismo día 6 de julio de 1415 en las afueras de la ciudad de Constanza en Alemania.

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