La música latinoamericana vivió un buen año en 2007 de la mano de artistas como el  dominicano Juan Luis Guerra, quien se impuso en el mercado y dejó atrás a un reguetón que parece ir en decadencia.

Aunque sus cultores luchan por mantenerlo vivo, ese movimiento que alcanzó el mayor auge a mediados del 2000, ha perdido terreno por la reiteración y saturación, a juicio de la crítica especializada que en buena parte lo calificó desde un inicio de moda pasajera.

Si en 2006 reinó la colombiana Shakira, este año los mayores elogios fueron para Juan Luis Guerra y “La llave de mi corazón”. En menos de un mes, se agotaron más de 10 mil copias del CD que lo consolidó como uno de los intérpretes más destacados de la música latinoamericana. El fonograma, definido por él como el más romántico desde “Bachata rosa”, acumuló seis Grammys Latinos 2007, entre ellos el de mejor grabación, canción, álbum, álbum de merengue e ingeniería.

Además, Guerra recibió el premio a la Personalidad del año, que otorga la Academia Latina de las Artes y Ciencias Discográficas, por su trayectoria artística.

Con discos de oro y platino en Argentina, España, Estados Unidos y Puerto Rico, el cantautor llega al 2008 con otra nominación los Grammys norteamericanos.

Dos momentos sobresalientes de este años fueron la gira de Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat por América Latina con un espectáculo de alto rango titulado “Dos pájaros de un tiro”, y la gira del compositor y cantante cubano Silvio Rodríguez por Chile.

En este 2007 hubo de todo y para todos los gustos, con un fuerte ascenso de intérpretes mexicanos como Vicente Fernández y Marco Antonio Solís, siempre vigentes. Los representantes de esa nación acapararon casi todo el año las listas de favoritos en diferentes países de la región, y también en Estados Unidos y Europa. Aún permanecen entre los más solicitados el grupo de rock Maná, con su disco “Amar es combatir”, la agrupación de rock-pop Camila y el dueto Jesse y Joy.

No faltó quienes recurrieron de nuevo a los dúos como un gancho comercial, para ganar popularidad. Fue el caso de la mexicana Thalía y los dominicanos Aventura, con la pieza “No, no, no”; Paulina Rubio y Miguel Bosé, con “Nena”, y Shakira y la estadounidense Beyoncé Knowles, postuladas al Grammy por “Beautiful liar”.

Discos hubo muchos. Entre los de mejor suerte estuvieron “La vida… es un ratico”, del colombiano Juanes. El primer sencillo del CD, “Me enamora”, implantó un récord y se colocó en el número uno de las piezas más solicitadas en 17 países de la región durante casi cuatro meses. Otros de los álbumes más exitosos fueron “Quién dijo ayer”, del guatemalteco Ricardo Arjona, con la participación de Marc Anthony y Eros Ramazzoti; “MTV umplugged”, de Ricky Martin; y “Residente o visitante”, del dúo puertorriqueño Calle 13.

Estos últimos se hicieron sentir con letras que abordan fenómenos de honda repercusión social como la emigración, en particular hacia Estados Unidos.