La figura de Juan Luis Guerra se adueñó de la segunda noche del Festival Presidente de Música Latina el pasado sábado. El astro dominicano logró mantener compacta la masa humana a pesar de la madrugada.
El espectáculo tomó otro color cuando el sonar del acordeón reveló el intro del tema El Farolito. La multitud solo atinó a bailar, y sin parar continuó con La Travesía, La bilirrubina, A pedir su mano, El Niágara en bicicleta. Aun las canciones cristianas, Son al Rey y Para ti, sirvieron de motivo para la alegría en cada rincón del Olímpico.
Bachata en Fukuoka y La llave de mi corazón, se confundieron en un público animado también por la fenomenal propuesta visual emanada desde la monumental tarima, aun cuando el reloj entraba en el terreno de la madrugada.
El cierre con Juan Luis fue precedido por los roqueros de Bocatabú, el estilo urbano de Tito El Bambino, la salsa del nicaragüense Luis Enrique, y el toque romántico de Luis Fonsi.
Una lluvia de fuegos artificiales anunció a toda la ciudad capital que el descanso había llegado.
Otras cositas
El calor entre el público
Los bomberos, una vez más, bañaron a los del terreno de la parte delantera, para aplacar el calor.
La prensa de pie
Para cubrir el concierto los colegas tenían que estar parados y si querían sentarse, debían turnarse en los pocos asientos existentes en la sala de conferencias.