[b]Yo creo que lo que necesita este país es una revolución moral
La vida me ha dado más de lo que yo esperaba recibir
He tenido propósitos en mi vida que he logrado como fruto del trabajo constante[/b]
La firma de abogados Pellerano & Herrera es una de las más prestigiosas y de mayor trayectoria en nuestro país. Los doctores Hipólito Herrera Pellerano y Juan Manuel Pellerano Gómez, principales socios del bufete, se sienten satisfechos con la estabilidad y renombre alcanzados en el campo del Derecho.
El 1950 es el año que marca el inicio de labores de la oficina y desde entonces, cada uno de sus miembros ha impulsado la palanca que los ha llevado a la excelente posición que goza hoy día.
Desde hace 53 años, Juan Manuel Pellerano y Manuel Pittaluga se unieron para conformar una oficina de abogados que les permitiera desarrollar sus jóvenes carreras. Años más adelante, se uniría a ellos el doctor Hipólito Herrera Pellerano, primo hermano de Don Juan Manuel.
El doctor Pellerano Gómez recuerda que en esa época, las oficinas de abogados estaban ubicadas en la Ciudad Colonial. Los abogados no teníamos las oficinas con que contamos hoy día, más bien nos instalábamos en una casa de familia. Cuando comenzamos, sólo teníamos un escritorio, una maquinilla de palito y un archivador de cuatro gavetas. Recuerdo que en ese entonces, sólo habían dos oficinas de abogados grandes, la de Julio Ortega Friel y la de la familia Peynado, comenta el abogado.
A su juicio, la firma Pellerano & Herrera comenzó como un ventorrillo jurídico y hoy en día se ha convertido en una oficina de servicios legales, porque ofrecemos un abanico de opciones jurídicas a escoger. Litigios, asesoramiento en formación de sociedades, consultoría sobre temas jurídicos de toda índole y divorcios, son algunos de servicios que brinda el bufete a través de sus oficinas localizadas en Santiago, Azua, recientemente en Bávaro y por supuesto, la sede principal en Santo Domingo.
Como todo en la vida comienza por un sueño, hoy Juan Manuel Pellerano se siente satisfecho con los frutos obtenidos, pues según recuerda, desde muy joven sintió vocación por el Derecho. Cuando yo era muchacho, viví una temporada larga en San Cristóbal y recuerdo que cuando salía de la escuela y me paraba en una casa que quedaba cerca y allí habían tribunales que me quedaba observando fascinado.
En San Cristóbal vivió de 1930 a 1941 junto a sus progenitores y hermamos. Su padre fue Juan Manuel Pellerano Amechazujra, a su vez hijo del poeta autor de La Criolla, Arturo B. Pellerano Castro y de Isabela Amechazujra, también poetiza. En cambio, la mujer que lo trajo al mundo fue la banileja Angélica Gómez.
Unido a sus cuatro hermanos: Federico, los mellizos Rafael y Armando y a la pequeña Angélica Pellerano, Juan Manuel vivió una infancia feliz, tiempos que hoy rememora con nostalgia.
La familia es mi razón de vivir.
No concibo el hombre solitario
El doctor Pellerano contrajo nupcias en el 1955 con Nora Paradas y con ella ha consolidado una hermosa y numerosa familia, compuesta por seis hijos y sus respectivas parejas, además de veinte nietos, de los cuales 14 son mujeres y tan sólo seis varones.
Rebosante de orgullo nos cuenta que sus hijos son Ricardo, quien es abogado; Nora, diseñadora de interiores; Juan Manuel, médico; Luis Rafael, abogado; Ana María, educadora, y Carlos Daniel, administrador de empresas, con los que tiene una linda relación familiar basada en la confianza y el cariño mutuo.
¿Quién es Juan Manuel Pellerano? Le pregunto mientras con un gesto pensativo él contesta: Yo soy abogado, estudioso, dedicado a mi profesión y a mi familia.
Opina que el principal rasgo que define su personalidad es la prudencia, y comenta que no trató de influir en sus dos hijos abogados para que escogieran esta carrera, aunque confiesa que para un profesional del Derecho es una satisfacción que un hijo elija su profesión, porque es un testimonio de que ha hecho las cosas bien.
Al cuestionarle cómo se deben educar los hijos hoy en día, responde que es preferible ser rígido con el niño, antes que ser excesivamente permisivo, pues cree que la disciplina ayuda a formar mejores hombres y mujeres para la sociedad.
Cuando piensa en los valores que debe conservar un ser humano, opina que la fidelidad, la amistad, y la verdad son esenciales para la vida.
Es importante tener voluntad para hacer las cosas, porque es lo que define al hombre. La voluntad dá la caracterización de su personalidad, su manera de actuar, su manera de ser, y lo ayuda a definir su relación con las otras personas de la sociedad, afirma este hombre de 76 años que ha ejercido la profesión de abogado desde hace 53 años.
¿Cómo logra un profesional del Derecho mantenerse actualizado y en crecimiento durante más de 50 años?
Trabajando. Para un abogado, la labor de forjar credibilidad en el medio es lenta, pero creo es la clientela más fiel. Yo he tenido clientes que después de haberle resuelto un caso, he pasado muchos años sin verlos y después han vuelto nuevamente asegura.
Para él el Derecho implica una realización personal. Se ha desempeñado como un abogado de litigios, pero siempre ha estado del lado de la defensa, casi nunca del lado del ministerio público, pues según confiesa, la defensa es la posición más cómoda para un abogado y encuentra agradable ejercer la profesión desde ese ángulo.
El doctor Pellerano afirma que un buen abogado debe ser ante todo, fiel a su cliente y de alta moral profesional.
Al reflexionar acerca de la situación del país, nos dice que lo más negativo de toda la sociedad dominicana es la corrupción, no sólo en el Estado, sino la que existe en los más bajos hasta los más altos estamentos de la sociedad, lo que considera un lastre para el desarrollo moral del país, para la creación de una sociedad más justa, y para que podamos llegar a constituir un día lo que podamos llamar un estado civilizado, un estado de derecho, que sólo se puede lograr a través de la educación, como vehículo primordial para propiciar cualquier tipo de cambio en una sociedad.
De poder cambiar algo en la sociedad, ¿Qué cosas usted cambiaría radicalmente?
La dictadura.
¿Todavía existe dictadura en República Dominicana?
En muchos aspectos sí. Hemos progresado mucho, pero aún existen manifestaciones autoritarias que no acaban de desaparecer.
La firma de abogados Pellerano & Herrera ha ido creciendo con el desarrollo del país y en ese fortalecimiento de la compañía, el doctor Pellerano opina que tanto sus dos hijos como el de su socio Hipólito Herrera, han aportado mucho, pues ellos han sabido imprimirle un nuevo espíritu de desarrollo al bufete.
¿Se considera una persona afortunada?
Sí. En mi vida no hay nada de lo que tenga que arrepentirme. Me siento y duermo tranquilo cada noche.
¿Podría darle un mensaje a la sociedad dominicana en su conjunto?
Traten de tomar conciencia de los derechos de que son titulares de acuerdo a la Constitución de la República. Los derechos que le corresponden y se derivan de la dignidad de la persona humana. Reclámenlos y háganlos valer, porque sólo así, avanzaremos hacia una sociedad más justa.
Juan Manuel Pellerano, muy de cerca…
(PARA UN CUADRITO)
¿Qué papel juega Dios en su vida?
Lo preside todo
Su mejor virtud…
No sé si tengo alguna
Su peor defecto…
Mi autocrítica
¿Qué opinas del amor?
Es el motor de la vida
¿A quién admira?
Gabriel García Márques
Su mayor satisfacción…
El deber cumplido
Su recuerdo más triste…
Cuando murió mi madre
¿Cómo le gustaría que lo recordaran?
Con cariño
[b]De tal padre, tal hijo…[/b]
Dr. Ricardo Antonio Pellerano
Hijo
Cómo es la relación con su padre?
En nuestra relación hay confianza y responsabilidad. Siempre nos apoyamos. Compartimos muchas responsabilidades en la firma de abogados desde hace 17 años, junto al doctor Herrera. Admiro su seriedad, integridad, capacidad profesional y espíritu de trabajo. Para nosotros ha sido un modelo.
Dr. Luis Rafael Pellerano
Hijo
Cómo es la relación con su padre?
Armoniosa. No sólo hemos tenido el padre en el trabajo, sino que ha sido un mentor y una guía en el desarrollo profesional. Me impresiona su capacidad, y la difícil tarea de haber podido mantener una trayectoria coherente y al mismo tiempo con una calidad y excelencia profesional. En lo personal, mi padre es una persona de tremendos valores y un gran padre para mí y mis cinco hermanos, así como un buen compañero y esposo para mi madre.