Juan Pablo Duarte: fundador
de la República Dominicana

Juan Pablo Duarte: fundador <BR>de la República Dominicana

POR ROSA LEBRON DE ANICO
«La Historia es testimonio del tiempo, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, reflejo de la antigüedad». FRAY LUIS DE LEON

El 16 de julio de 1838 Juan Pablo Duarte, de 25 años, aureolado con los reflejos de la gloria, acompañado de ocho de sus mejores y más fieles amigos, fundó «La Trinitaria», sociedad secreta con fines patrióticos, para liberar la Patria del ominoso y no deseado yugo opresor de los haitianos, y crear un país libre e independiente sin injerencias de potencias extranjeras. Los amigos presentes en la reunión, quienes serían llamados «trinitarios», fueron: Félix María Ruíz, Benito González, José María Serra, Juan Nepomucemo Ravelo, Jacinto de la Concha, Felipe Alfau, Pedro Alejandrino Pina, y Juan Isidro Pérez. Todos frisaban entre los 18 y los 27 años.

Todo el tinglado de esta gloriosa epopeya, había sido cuidadosamente elaborado y estudiado por Duarte, desde aquel memorable momento en el cual, lleno de orgullo y con vehemencia, exclamó: ¡SOY DOMINICANO!, siendo aún adolescente, al responder a las críticas del capitán español en cuya goleta se embarcaba a España. Desde ese mismo instante, y en la soledad de su cabina, se juró a sí mismo, liberar la Patria amada.

Y años más tarde, en el hogar de doña Chepita Pérez, en la calle De Los Nichos o Del Arquillo, -hoy Arzobispo Nouel-; Duarte, al conjuro de tres electrizante Palabras: ¡DIOS PATRIA Y LIBERTAD! y luego de tomarle a todos el juramento de honor, y de firmarlo con la sangre de sus propias venas, dejó instalada La Trinitaria, zapata donde se construiría el gigantesco edificio de nuestra nacionalidad.

Duarte había aprovechado las fiestas patronales de la Virgen del Carmen para juntarse con sus amigos, sin levantar sospechas, dado el flujo de fieles que acudía a la procesión de la Virgen.

Grave y solemne, Juan Pablo Duarte esperaba que se alejara el cortejo, para dar inicio a la reunión. Los patriotas esperaban para escuchar la voz de su guía y mentor. Duarte era un gran expositor, y sabía convencer a quienes le  escuchaban.

Claro y preciso, Duarte fue explicando cómo trabajaría la sociedad: serían grupos de tres; era secreta, que el objetivo principal era, «hacer del pueblo dominicano (este gentilicio lo usó siempre, desde adolescente), una república soberana, sin protectorados de naciones extranjeras. «Para este fin, dijo nos debemos comprometer a ofrendar a la Patria vida y bienes, o morir en la demanda, debemos mantenernos unidos y decididos para la victoria final». La principal obligación sería la de hacer propaganda «constantemente e incansablemente», además de una labor de proselitismo: ganar para la causa nuevos adeptos. Duarte facilitó a cada uno de los trinitarios, una copia de un alfabeto criptográfico, para poder comunicarse sin peligro de ser descubiertos. Se viajaría en labor proselitista por todo el territorio: Azua, El Seybo, Santiago, La Vega y a todo paraje y localidad.

A cada trinitario se le asignó un nombre secreto, conocido sólo por ellos mismos, para usarlos en lugar del propio, y también un color distintivo.

Explicó como se comunicarían a través de cuatro toques, que significarían: si, no, confianza y sospecha. Para sufragar los gastos, cada uno aportaría según sus posibilidades; y ahí mismo se llegó a reunir la suma de $100 (cien), pesos fuertes, entregados a Duarte, quien manifestó los pondría a trabajar en el negocio de su padre, quien conocía y apoyaba las ideas independentistas de su hijo.

Siguió Duarte con sus explicaciones, y les advirtió del grave peligro al cual se expondrían ellos y sus familiares, por lo cual», si alguien quería retirarse, ese era el momento». Todos a una sola voz exclamaron; que ¡permanecerían fieles al proyecto! Acto seguido les tomó el juramento en el cual se deba el nombre de República Dominicana al país, y se describía como sería la bandera del mismo; la ideada por Duarte. Duarte redactó un proyecto de Constitución y escribió los versos para un Himno Nacional.

Más tarde quedaron incorporados a La Trinitaria: Vicente Celestino Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella. Luego Juan Pablo Duarte fue nombrado General en Jefe de los Ejércitos de la República y Director General de la Revolución.

Y fue así, como nació La Trinitaria, y el 27 de Febrero de 1844, nació la República Dominicana, para formar parte del concierto de naciones libres del mundo, gracias al genio creador de un iluminado de los dioses: Juan Pablo Duarte. ¡Loor al Padre de la Patria! Hoy, mañana y siempre.

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