Juan Pablo II pensó renunciar en el 2000

Juan Pablo II pensó renunciar en el 2000

CIUDAD DEL VATICANO (AFP).- Líderes y fieles de todo el mundo se preparan en Roma, convertida en una fortaleza, para dar su último adiós al papa Juan Pablo II en un multitudinario funeral que se celebrará el viernes a las 08H00 GMT en la basílica de San Pedro.

Los portones de la basílica vaticana quedaron cerrados este jueves poco después de las 22H00 locales (20H00 GMT), poniendo fin a tres días de una avalancha humana que esperó hasta 20 horas en fila para visitar la capilla ardiente del Papa más mediático y viajero de todos los tiempos, fallecido el pasado sábado a los 84 años.

«Hemos superado los dos millones de peregrinos», declaró Guido Bertolaso, comisario especial para la organización de las exequias, estimando que entre 500.000 y 600.000 personas iban a llegar todavía en las próximas horas a la Ciudad Eterna.

Las autoridades italianas pusieron en marcha «un dispositivo de seguridad sin precedentes» para el funeral más multitudinario de la historia, que movilizará a unas 40.000 personas entre agentes de los servicios de seguridad del Estado (10.000, incluidos 1.000 francotiradores), voluntarios de Protección Civil y empleados municipales.

El espacio aéreo romano y el segundo aeropuerto de la ciudad, Ciampino, fueron cerrados este jueves y se ha prohibido el tráfico de automóviles en el casco urbano hasta después de las exequias debido a la avalancha humana que casi ha duplicado la población de la ciudad.

«Es como si Roma hubiera recibido a otra Roma», declaró el alcalde, cuyos servicios han recogido ya 30 toneladas de desperdicios de las calles en lo que va de semana.

El primer funeral de un Papa en más de 26 años, será como su pontificado: mediático y multitudinario, y a él asistirán unos 200 mandatarios, entre ellos el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sus homólogos de México, Vicente Fox, y Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y el rey Juan Carlos de España.

Cientos de miles de personas seguirán la ceremonia al aire libre en directo frente a la Basílica o por pantallas gigantes en los alrededores de la plaza de San Pedro y en varios puntos de la ciudad como el Coliseo o el estadio Olímpico.

Además, millones de personas en todo el mundo podrán ser testigos a través de la televisión de esta misa que durará tres horas y estará presidida por el cardenal alemán Joseph Ratzinger y concelebrada por los cardenales.

A continuación, Juan Pablo II, será sepultado en tierra bajo una sencilla lápida de mármol blanco en la cripta de la basílica de San Pedro, en el lugar que ocupó Juan XXIII hasta después su beatificación en 2000.

Por otra parte, el Vaticano divulgó este jueves el testamento espiritual que dejó Juan Pablo II, que revela que por la cabeza del Papa pasó en el año 2000 la idea de renunciar al trono de Pedro.

«Es necesario preguntarse si no llegó el momento de repetir las palabras bíblicas de Simeón «Nunc Dimitis» (Nunc dimitis servum tuum Domine: Ahora Señor, ya puedes dejar que tu servidor muera en paz), se interrogaba el Papa polaco, enfermo de Parkinson desde mediados de la década de 1990, tras el Jubileo del 2000.

En varios momentos le surgió también la duda de si podría ser enterrado en su país natal, Polonia, y atribuyó a un milagro su supervivencia tras el atentado que sufrió en 1981.

Este testamento, cuya existencia fue revelada el martes y hasta ahora sólo ha sido traducido al italiano, es un conjunto de reflexiones sobre la religión, la Iglesia y la política escritas en polaco, en un lenguaje íntimo y simple.

Una vez concluido el funeral, los peregrinos abandonarán la ciudad y la atención se centrará en la sucesión de Juan Pablo II, al que muchos veneran ya como a un santo, que se dirimirá en el Cónclave de cardenales cuyo inicio está previsto el 18 de abril.

 

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