Juan Pablo II pide insistir en unidad cristianos

Juan Pablo II pide insistir en unidad cristianos

CIUDAD DEL VATICANO (EFE).- El papa Juan Pablo II imploró ayer la unidad de todos los cristianos y animó a los creyentes, especialmente a los jóvenes, a no cansarse en el compromiso de luchar por ella y a ser testimonios de la plena comunión.

   «Orad por la plena comunión de los cristianos. El mundo espera vuestro testimonio evangélico de unidad», afirmó el Pontífice ante varios miles de personas que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano al rezo del Angelus.

   Juan Pablo II manifestó que en estos días se celebra la Semana de Plegarias por la Unidad de los Cristianos, que concluirá el 25 de enero con un ceremonia solemne en la basílica romana de San Pablo Extramuros en la que participarán representantes de otras iglesias cristianas.

   El anciano Pontífice animó a los fieles a vivir intensamente esta cita anual, «que nos hace disfrutar, en un cierto modo, la alegría de la plena comunión por lo menos en el deseo y en la coral invocación».

   El Obispo de Roma subrayó que hay que implorar a Dios la unidad «sin cansarse», con humildad y echando mano de la verdad.

   Papa Wojtyla pidió a la Virgen que ayude a los fieles a superar «todos los obstáculos para lograr cuanto antes este don» (de la unidad).

   «Exhorto de corazón a los creyentes, especialmente a los jóvenes, a prolongar durante todo el año el compromiso ecuménico y a ser en cualquier parte instrumentos y testimonios de la plena comunión invocada por Cristo en el Cenáculo», subrayó el Papa, que presentaba buen aspecto, dentro de sus limitaciones físicas, aunque en algunos momentos se le notó la voz cansada.

   Esta es la segunda vez en esta semana que el Papa hace un llamamiento en favor de la unidad de los cristianos. El pasado miércoles, durante la audiencia pública, dijo que ante los retos de un mundo que espera un testimonio evangélico claro y unánime, ese deseo de unidad «va extendiéndose».

   En sus 26 años de pontificado, Juan Pablo II, de 84 años, siempre se ha mostrado a favor de la unidad de los cristianos, al considerar que la separación es un «escándalo» que quita credibilidad a los seguidores de Cristo a la hora de divulgar el Evangelio.

   Para él, el diálogo ecuménico es una de las prioridades de su Pontificado y está convencido de que «algún día» la unidad será una realidad.

   Recientemente, durante una plegaria ecuménica celebrada en la basílica de San Pedro con motivo del 40 aniversario del Decreto Unitatis Redintegratio, del Concilio Vaticano II, dijo que en esta época donde está en auge un erróneo humanismo sin Dios y numerosos conflictos ensangrentan al mundo, la Iglesia llama a la unidad y a la reconciliación.

   Destacó los pasos dados en estos 40 años hacia la unidad, pero reconoció que el camino sigue teniendo «piedras en las que se sigue tropezando».

   También señaló que a los malentendidos y prejuicios hay que añadir dejadeces y «estrecheces de corazón» y, «sobre todo, diferencias en materia de fe, que se concentran en torno a la Iglesia, su naturaleza, sus ministerios».

   Oriente y Occidente se separaron con el cisma de 1054, con las excomuniones del papa León IX y del patriarca Miguel Celurario. Desde entonces han pasado casi mil años de incomprensiones y recelos.

   Les separan razones teológicas, como el rechazo de los ortodoxos al primado de la Iglesia de Roma y la negativa de la infalibilidad del Papa.

   Los ortodoxos no reconocen la validez de los sacramentos católicos, al contrario que la Iglesia católica que sí admite, desde el Vaticano II, los de la Iglesia ortodoxa.

   Los ortodoxos culpan a Roma de proselitismo y de intentar expandirse en territorios hasta ahora bajo su control.

   Visto que el primado de Pedro es uno de los escollos, el Papa Wojtyla ya ha dicho en varias ocasiones que está dispuesto a que teólogos y expertos discutan ese tema para buscar una solución que sea aceptada por todos. EFE

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