Juan Pablo II reaparece en público

Juan Pablo II reaparece en público

CIUDAD DEL VATICANO (EFE).- Juan Pablo II, de 84 años, reapareció ayer en público, tres días después de ser dado de alta, desafió su precario estado de salud, demostró que mejora y que, aunque tiene la voz muy débil, no la ha perdido y está dispuesto a seguir al frente de la Iglesia hasta el final.

   «Queridos hermanos y hermanas, bienvenidos». Estas fueron las primeras palabras pronunciadas por el Papa, con voz ronca y cansada, nada más aparecer en el marco de la ventana de su apartamento que da a la plaza de San Pedro, en la que le esperaban, emocionadas, varios miles de personas que le acogieron con aplausos y vivas.

   Después habló en dos ocasiones más, una al pronunciar la fórmula en latín previa a la bendición y otra al final del Angelus, cuando con voz ronca, pero más clara que al principio, se despidió con un «os deseo a todos un feliz domingo, gracias».

   El Obispo de Roma apareció en la ventana en solitario, en la que no fue colocado cristal alguno, en contra de lo que se especuló en los días pasados, para evitarle el frío y el viento y una eventual recaída.

   Pero visto que a Juan Pablo II no le gusta tener delante nada que le quite el contacto directo con los fieles, el Vaticano no tomó en consideración esa eventualidad.

   El día, como queriendo unirse a la recuperación del Pontífice, era bueno y la temperatura a mediodía benigna.

   El texto preparado para el Angelus fue leído desde el interior de la habitación papal por el sustituto de la Secretaría de Estado (el «número tres» del Vaticano), el arzobispo argentino Leonardo Sandri.

   En su discurso, el Obispo resaltó que «de nuevo» estaba en la plaza de San Pedro para dar gracias al Señor y agradecer a todos los fieles el afecto que le han mostrado durante los nueve días que estuvo hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma, aquejado de una crisis respiratoria aguda, originada por una gripe pillada a últimos de enero.

   El anciano Pontífice pidió que rece por él y reiteró, de manera indirecta, que seguirá al frente de la Iglesia mientras Dios quiera.

   «Necesito siempre vuestra ayuda ante el Señor para cumplir la misión que Jesús me ha confiado», afirmó el Obispo de Roma en el texto leído por Sandri.

   Esta es la segunda vez desde que salió del hospital y regresó al Vaticano que pide que recen por él y por su misión al frente de la Iglesia Católica, cuyo «timón», según precisó este fin de semana el Vaticano, sigue en manos del anciano Pontífice.

   El papa Wojtyla también pidió por la paz en Oriente Medio e hizo un apremiante llamamiento para la liberación de la periodista italiana Giuliana Sgrema, secuestrada en Irak, y de todas las personas que están en ese país en las mismas circunstancias.

   Juan Pablo II recordó que el pasado miércoles, con el rito de la Ceniza, comenzó la Cuaresma, «tiempo litúrgico que cada año nos recuerda una verdad fundamental: no se entra en la vida eterna sin llevar nuestra cruz en unión con Cristo».

   «No se alcanza la felicidad y la paz sin afrontar con coraje la lucha interior. Es un combate que se vence con las armas de la penitencia: la plegaria, el ayuno y las obras de misericordia. Todo ello hay que cumplirlo sin hipocresía y con sincero espíritu de amor hacia Dios y los hermanos», escribió el Papa en el texto.

   El Obispo de Roma manifestó que, como todos los años con motivo de la Cuaresma, hoy se retirará en ejercicios espirituales junto a los miembros de la Curia Romana y que rezará por todas las necesidades de la Iglesia y del mundo.

   De nuevo volvió a pedir a los fieles que recen por él.

   Tras el ángelus, como es habitual, el Papa suele saludar en diferentes idiomas. Hoy en su nombre lo hizo Sandri, quien, en español, tuvo de palabras de afecto para los fieles provenientes de España, entre ellos un grupo de la región de Extremadura.

   «Con la oración, la limosna y el ayuno intensificad vuestro camino de conversión», leyó Sandri del texto papal.

   Sandri habló en español, inglés, italiano y francés, pero en polaco no se atrevió. Así que el saludo dirigido a sus compatriotas fue leído por el secretario particular del Papa, el arzobispo polaco Estanislao Dziwisz, la primera vez que lo ha hecho en los 26 años de pontificado.

   Con motivo de los ejercicios espirituales, todas las actividades del Papa para la semana próxima han sido suspendidas. EFE

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