Juan Tapia: “El grafitero que se convirtió en doctor”

Juan Tapia: “El grafitero que se convirtió en doctor”

Médico dominicano. Se destaca en la Gran Manzana

El destacado médico dominicano radicado en Nueva York ganó un premio Emmy, otorgado por la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión estadounidense.

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Llegó a trabajar con niños por casualidad.

Juan Tapia Mendoza, médico pediatra, es originario de Santo Domingo, República Dominicana. Actualmente se encuentra ejerciendo la medicina en la ciudad de Nueva York y recientemente recibió un premio Emmy, otorgado por la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión estadounidense, en la 64 edición, en reconocimiento a la excelencia del documental histórico sobre su vida titulado “El grafitero que se convirtió en doctor”.

El camino para llegar hasta donde está hoy no ha sido fácil. Si bien en la actualidad es un famoso pediatra en la Gran Manzana, su deseo era ser patólogo, cirujano o médico internista.

“Llegué a la pedriatría por casualidad. Un amigo me recomendó hacer esa especialidad en México, ya que según me explicó era la rama más fácil para introducirse en el sistema de salud de Estados Unidos”, cuenta.

En ese momento asegura el doctor Tapia Mendoza se hallaba frustrado. Debido a que luego de haber entrado a la universidad, ser aceptado en Towson College Baltimore y luego continuar sus estudios de medicina en República Dominicana no estaba ejerciendo como profesional.

“Por eso le dije a mi amigo ¡ah, pues yo me voy contigo, eso fue en agosto de 1986. Inicié en enero de 1987, aunque no me gustaba la pedriatría, pero desde que empecé me gustó, y por eso decidí seguir en este campo en los Estados Unidos”, relata.

Cuenta que siendo médico, debido a la situación económica familiar, trabajó como taxista y también como chofer de camión.

Luego de haberse formado, y gracias a varios mentores, se inspiró en trabajar directamente en la comunidad y servir como ejemplo a las demás generaciones.

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Se siente orgulloso de su época como famoso grafitero Cat 87, en las calles de Nueva York.

“La mayoría de los niños estaban acostumbrados a que los doctores no se parecían a ellos, estaban acostumbrados a anglosajones y cuando veían un doctor hispano, las madres no lo creían; un doctor que habla español. En ese momento, mi mamá de nuevo hipotecó la casa en el 1992 y alquilamos una clínica. Yo quería ser moderno. Pensé en Pediatrics 2000 y compré los equipos más modernos”, dijo.

Luego de varios años, cuando renovó el alquiler, mudó la clínica Pediatrics 2000 a la avenida 135, que anteriormente era un teatro, y de la mano de Hugo Martínez, combinó la medicina y el arte. Convirtieron la clínica, también, en una galería de arte en la cual solo exponen artistas callejeros y ayuda a jóvenes a recanalizar sus energías y reenfocar sus vidas.

Tapia-Mendoza dijo sentir satisfacción de ver cómo generaciones tras generaciones siguen viniendo a la clínica, niños que él vio recién nacidos, convertidos en doctores, ingenieros, abogados, empresarios y maestros que hoy aportan a su comunidad.

“Y en los padres veo satisfacción, veo la cara de ellos porque sienten que nosotros somos una comunidad donde son tratados con respeto, con dignidad y aunque saben que tengan seguro público, van a ser tratados igual como si fueran a una clínica de Park Avenue”, manifestó.

Por eso sueña con que “otros jóvenes nos tomen la antorcha y continúen el trabajo y los que empiecen alguna carrera no se olviden de su comunidad. Y no piensen hacer una carrera para salir de nuestra comunidad. Lo importante es que nos quedemos para que nuestra comunidad crezca y todos realizar el sueño americano”.

Expresó que como pediatra, él tiene la suerte de que su sueño se realiza cada día porque cada vez que habla con un padre, una madre, un niño o un adolescente “y juntos resolvemos un problema y veo cómo algún niño decide regresar a la escuela, ayudar a sus padres, dejar de hacer cualquier cosa mala que está haciendo, para mí es una satisfacción que no tiene precio; vale mucho más que la riqueza. Cada noche que yo me acuesto le doy gracias a Dios y lo que digo es sí, lo logré otra vez”.

Su historia en las calles.
El vídeo, que fue galardonado con el prestigioso premio en la categoría de Interés Humano-formato largo, relata la vida de quien es hoy uno de los pediatras más reconocidos al servicio de la comunidad en Nueva York. Fue producido por la red global Aleteia en colaboración con la asociación médica SOMOS Community Care.

El audivisual recoge la vida del médico desde su llegada a los Estados Unidos hasta su desarrollo como médico donde el doctor relató que en la década de los 60 esa ciudad era muy violenta y quien vivía en un barrio de migrantes o afroamericanos, y no pertenecía a una pandilla o ganga “prácticamente no podía salir de su casa”.

Eso lo llevó a la calle a edad muy temprana y estando en sexto grado ingresó a un pandilla llamada “Los Nómadas Salvajes”, donde se dio a conocer como el famoso grafitero Cat 87.

Usar el grafiti como forma de expresión, confesó que lo libró de caer en las drogas y los crímenes. Además, él siempre tuvo el sueño de ser doctor y sabía que después de los 18 años, si tenía récord criminal, eso le destruiría su sueño.

Salud para todos
Forma parte de Somos Community

Apoyo
Somos Community Care es una red dedicada a reunir y afiliar médicos dedicados a prestar servicios en las áreas más necesitadas de la ciudad de Nueva York. Es una comunidad con más de 2,500 médicos de varias nacionalidades, entre ellas indios, chinos, sudaméricanos y estadounidenses.

“Descubrí lo maravilloso que es trabajar con los niños”.

Luego de haberse formado se inspiró en trabajar en la comunidad

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