Juan Trinidad, un artista apasionado de la escultura en madera

Juan Trinidad, un artista apasionado de la escultura en madera

Juan Trinidad expone actualmente en la Galería de la Embajada de Francia. Este dedicado escultor, nacido y graduado de arte en Bonao, viviendo y trabajando en San Francisco de Macorís,  es un enamorado de Francia y  París, desde hace muchos años.

No podemos olvidar cuán feliz se mostraba Juan Trinidad cuando expuso en la Alianza Francesa de París, en el marco de una colectiva dominicana, que, de hecho, sumaba muestras individuales.

 A cada paso parisino, él se detenía para mirar y admirar los edificios, su arquitectura, sus molduras, y si hablamos de los monumentos, la Plaza de la Concordia, la Torre Eiffel… entonces el artista no contenía su emoción!

Casi la misma alegría le embarga al  exponer aquí, en estas salas de la mansión secular de Las Damas, que él siente como un pedazo de Francia.

La exposición.  A decir verdad se experimenta una satisfacción recíproca ante la permanencia de la obra escultórica de Juan Trinidad,  heredero de la gran tradición de la talla directa en madera que nos legó el inolvidable maestro Antonio Prats-Ventós, tan  a menudo evocado ante la escasez presente de la escultura nacional. Pues la escultura de Juan Trinidad, destacado miembro de la Generación del 80, y egresado de la Escuela de Arte Cándido Bidó, pertenece a lo que se considera tradición dominicana, y a la identidad afro-antillana. La orientación del artista no cambia: siguen dominando en su obra las tallas totémicas en madera de roble y de caoba centenaria.

Juan Trinidad es sin pretensiones un pensador en el arte. El reflexiona acerca de los reinos de la naturaleza y de la condición humana, y luego concibe rostros introspectivos, reducidos a lo esencial, que elabora y labra a través de formas y volúmenes geométricos.

Ahora bien, él nunca se interesa por  una proyección de la realidad física, y recordamos entonces una afirmación de Brancusi: “No es la forma exterior que es real, sino la esencia de las cosas. Partiendo de esta verdad, es imposible expresar algo real imitando la superficie de las cosas”.

El conjunto escultórica culmina en una síntesis, generosa en ritmos y modulaciones, de superficie a la vez brillante y mate, impecablemente pulida. La figura se relaciona con la reiterada presencia y presentación del rostro, integrado a o dentro de una estructura abstracta. Los rasgos faciales hieráticos, se emparentan con la máscara, sus misterios y su magia. La meditación y la gravedad se inscriben en una verdadera iconografía, compuesta por perfiles, simultáneamente impasibles y expresando una sabiduría interior.

La escultura de Juan Trinidad destaca ligereza estructural en las piezas altas y delgadas, el alto relieve y la verticalidad en las medianas y las pocas de pared, una composición barroquizante en tallas compactas o más horizontales,  que a veces monta en varilla.

En prácticamente todas las esculturas expuestas, el artista combina la figuración y la abstracción,  ambas perfectamente articuladas.

El escultor trabaja sin descanso y tala la madera en varias direcciones, alternando ángulos, curvas, huecos, entrantes y salientes. De esta factura, a la vez diversa y organizada, destacando la pureza de la materia, resultan un ritmo y una dinámica incuestionables, a la vez que existe una reverencia táctil.

El espectador siente la tentación de acariciar esas esculturas…  Dice por cierto el crítico de arte Patrick Landry: “En definitiva. La obra de este escultor es una verdadera oda al placer, logrando reunir el placer estético, el placer del espíritu y el placer sensorial”.

Para acentuar el dramatismo y también la plasticidad, Trinidad suele teñir sus tallas en negro, aunque puede dejar la madera al natural o variar los colores en algunas piezas. El busca así una renovación dentro de la fidelidad a un estilo, pero ese aporte policromado no se define todavía y solo está en sus inicios.  

Las frases

Roland Dubertrand,  embajador de Francia

Inaugurar esta exposición de gran calidad constituye para mi un motivo de alegría y orgullo pues el artista Juan Trinidad es talentoso, original y profundamente dominicano”.

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