SANTO DOMINGO (EFE).- El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Haití, el chileno Juan Valdés, se reunirá hoy viernes, con el presidente dominicano, Leonel Fernández, para discutir la situación haitiana.  En la reunión que se celebrará en el Palacio Nacional, sede de la Presidencia dominicana, también participará el canciller dominicano, Carlos Morales Troncoso, adelantaron hoy fuentes oficiales.

   En el encuentro se tratarán temas específicos como la paz, la reconciliación y recuperación económica en Haití.

   García también aprovechará su encuentro con Fernández para analizar la propuesta que expuso el gobernante durante la Cumbre Iberoamericana de noviembre pasado en Costa Rica, según la Cancillería dominicana.

   En esa ocasión, Fernández propuso el país como sede para una reunión de la Misión de Estabilización de las Naciones en Haití (MINUSTAH), junto a Estados Unidos, Francia y Canadá.

   En la reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), donde se trató ayer el tema haitiano, Morales demandó una mayor solidaridad para Haití, que comparte con la República Dominicana la isla caribeña de La Española.

   Morales señaló que «es urgente la adopción de acciones eficaces para detener el proceso acelerado de desarticulación en que parece sumida la sociedad haitiana».

   «Hay que ayudar a la hermana república de Haití, con el mayor empeño y a costa de los esfuerzos que sean necesarios, a restablecer el imperio de la ley, a desarrollar y fortalecer las instituciones, los procesos electorales y levantar las bases para la gobernabilidad», apuntó.

   Agregó que en Haití, además «de la situación de pobreza extrema generalizada y de un ambiente cargado de confrontaciones violentas y actitudes de intransigencia», se agrega «la imposibilidad del gobierno para atender los problemas más perentorios de la población y la escasa funcionalidad de la justicia y del Congreso».

   Precisó que «la creciente debilidad institucional, manifestada en la falta de legitimidad de las instancias políticas y en la incapacidad operativa de la autoridad del Estado, ha creado una situación de desconfianza generalizada en las instituciones y en los representantes políticos».

   Haití y la República Dominicana comparten una frontera de más de 400 kilómetros, donde son frecuentes las denuncias de tráfico de personas y contrabando de armas y animales.

   Las autoridades dominicanas cifran en alrededor de un millón el número de haitianos que hay en el país, en su mayoría indocumentados, que trabajan sobre todo en la zafra y la construcción.