Juan Ventura – Doctor Manuel María Muñiz Hernández

Juan Ventura – Doctor Manuel María Muñiz Hernández

El 7 de noviembre de 1999 murió a consecuencia de un infarto cardíaco, en Puerto Plata, el destacadísimo abogado e intelectual puertoplateño doctor Manuel María Muñiz Hernández.

Adquirió una sólida cultura jurídica en sus treintiuno años de ejercicio profesional de la abogacía y la notaría. Siempre fue un innovador en el Derecho y la Notaría. Un enemigo acérrimo de la rutina.

Poseedor de una de las mejores bibliotecas jurídicas en la provincia de Puerto Plata y, posiblemente, de la Región Norte del país.

Fue el doctor Muñiz Hernández, uno de los abogados más brillantes de los últimos veinticinco años en la provincia de Puerto Plata.

Vivía al día en novedades de libros, revistas, discos, etc.

Escribía y hablaba tres idiomas: Inglés, francés e italiano. Además el español.

El doctor Pachungo, como era conocido de apodo, fue un intelectual de fuste. Un lector asiduo de los clásicos de la Literatura Universal. Leyó todos los escritores del boom Latinoamericanos.

De una oratoria forense fuera de serie. Se destacó como abogado penalista y civilista. Sus escritos en materia de Derecho, eran antológicos. Dominaba perfectamente la lengua de Cervantes.

Hombre bueno y de fe cristiana. Supo amar a su familia y al prójimo. Incomprendido y vilipendiado. Siempre dispuesto en servirles a los demás.

Compartió con sus amigos en amenas tertulias. Gran conversador. Bailador inigualable. Un cheff de la cocina criolla dominicana. Un amante del campo.

Alcanzó el rango de Capitán de los Bomberos del Municipio de Puerto Plata, en su condición de Asesor Jurídico del mismo.

Se deleitaba escuchando música clásica.

Militó en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), llegando a ser precandidato a Senador por Puerto Plata. En dicho partido se le respetó y admiró. No transigió jamás con sus principios en el Gobierno de fuerza de los doce años (1966-1978), encabezado por el extinto líder reformista, doctor Joaquín Antonio Balaguer Ricardo (1906-2002).

Combatió dicho el régimen de los Doce años de Balaguer y defendió a muchos presos políticos en los tribunales.

Hizo una buena biblioteca de cultura general, como literatura, historia, geografía, esoterismo, antropología, sociología, psicología, teología, etc.

Nació en la ciudad de Puerto Plata, el 17 de julio de 1942, hijo de los señores Angel B. Muñiz Romero (próspero comerciante, dedicado a la compra y venta de mercancías. Adquiriendo altos relieves, llegando a constituirse en el más importante de Puerto Plata) y de la señora Aída Hernández.

El doctor Manuel María Muñiz Hernández, fue nieto materno del destacado profesor, periodista y odontólogo venezolano doctor José Ignacio Certad Hernández.

Decía el doctor Pachungo que su inteligencia venía de su abuelo materno el doctor Certad Hernández.

Hizo sus estudios primarios e intermedios en las escuelas Antera Mota y José Debeau. Los secundarios en la Normal Emilio Prud`Homme, dirigida por el profesor Carlos María Hernández, graduándose de Bachiller en Filosofía y Letras, en el año 1961, siendo condiscípulos de Rafael A. Brugal P., Melvin Mañón, Max Puig Miller y otros.

En el año 1962 ingresó a la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a la Facultad de Derecho y allí comenzó dicha carrera en compañía del hoy doctor en Derecho Germán Camarena Gómez.

Vivió en una pensión en compañía del hoy reputado historiador vegano, doctor Frank Moya Pons, estrechando lazos de amistad que perduraron por el resto de su vida.

El 28 de octubre de 1968 se recibió de doctor en Derecho en la UASD y al llegar a Puerto Plata hizo sus primeros «pininos» en la abogacía en la Oficina de Abogados del destacado jurista, licenciado Amiro Pérez Torres.

En la Revolución de Abril de 1965, Manuel María Muñiz estuvo en la misma en el Comando en que estaba Germán Camarena Gómez.

En 1969 fue enviado a San José de Costa Rica por su padre a realizar un curso de Ciencias Políticas, permaneciendo allí durante algunos meses.

En su Oficina de Abogados acogió con beneplácitos a varios abogados puertoplateños recién graduados, como fueron: Lic. Juan Pablo Plácido, licenciado Vernon Aníbal Cabrera, Lic. Gregory Castellano Ruano, Dr. Clifford Leandro Grand Martínez, Lic. Pedro Virgilio Buena Batista, Lic. Felipe González Almonte y otros.

Escribió poesías y algunas de ellas fueron publicadas en periódicos de Puerto Plata por gestiones de amigos.

Viajó por diferentes países de América y Europa.

No hizo fortuna alguna en el Derecho. No tiene de que arrepentirse en la vida.

Jamás dejó de estudiar y leer. Vivió para sus libros y su familia.

Ante la muerte intensamente dolorosa del doctor Manuel María Muñiz Hernández, sólo queda el consuelo de aquella frase lapidaria del apóstol cubano José Martí: «cuando se muere en los brazos de una patria agradecida empieza con el morir la vida».

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