El productor teatral Juancito Rodríguez y la actriz Olga Bucarelli quieren irse de gira por el país con la obra “Las penas saben nadar”.
El éxito de que ha gozado esta pieza del escritor cubano Abelardo Estorino (1925-2013) les anima a solicitarle al Ministerio de Cultura su respaldo para que la gente que vive en los pueblos pueda disfrutar de su contenido, sin tener que salir hacia la capital.
“Nosotros podemos montar esta obra hasta en los lugares donde no hay sala de teatro, solo necesitamos que el espacio sea amplio”, señaló la actriz que ha sido galardona con los premios que entregan Acroarte y la Cervecería Nacional Dominicana.
Mientras que Juancito indicó: “Podríamos hacer una gira, porque esta obra es de calidad y estamos seguros de que la gente se quedará encantada, ya que estamos haciendo un buen teatro”.
Olga, quien se inició en el quehacer teatral en 1970, entiende que como esto es cultura es bueno que le llegue al pueblo.
“Todo el pueblo merece cultura, y no le estamos llegando a toda la gente. No hay que esperar a que las personas vengan a ver teatro a la capital y tampoco hay que esperar a que se inaugure una sala para ver teatro”, indicó la actriz tras lamentar que hay muchos sitios que no cuentan con una sala de teatro.
El productor señaló que aunque esta obra implica la movilización de poco personal, ya que se trata de un monólogo, se necesita dinero para armar la plataforma y hacer una gira por seis o siete ciudades.
“El teatro es una de las artes más completas para educar a la gente”, aseguró Juancito, tras destacar que “Las penas saben nadar” es una obra digerible para cualquier tipo de público.
Reposición y teatro. Esta obra nuevamente estará en cartelera en la sala Ravelo del Teatro Nacional Eduardo Brito del 4 al 14 del mes en curso. La dirección es de Elvira Taveras.
En este monólogo, Bucarelli interpreta a una actriz cuyas vicisitudes la han llevado a estar obsesionada, la han hecho enloquecer y la llevaron a refugiarse en el alcohol.
“Hacer este papel ha significado para mí la oportunidad de sacar a la luz la frustración de cualquier profesional, pero sobre todo de mostrar la problemática de una mujer en el mismo medio teatral. Es un trabajo muy bien logrado de lo que su autor quiso exponer”, señaló la actriz, quien indicó que esa mujer pasa por una serie de situaciones y emociones.
Este monólogo, estrenado en 2011, ha sido un reto para ella y aseguró que para el público también, ya que entra a la sala de una forma y luego sale diferente.
“Aunque este rol es muy diferente a mí, el personaje siempre te va a tocar en algún punto. Yo he sido todo lo opuesto a esta actriz, me considero una persona muy agraciada y bendecida”, señaló Olga, quien aseguró además que para ella ha sido un honor muy grande hacer este personaje, ya que pensaba que “a esta altura iba a estar retirada”.
Sobre este último punto, dijo que tiene bastante tiempo en el teatro y que trabajar en las tablas y en el cine demanda mucho esfuerzo, ensayo y sacrificio. “Además, hay una generación que ya está formada y tiene que tomar las tablas y la responsabilidad de ir haciendo y transformando el movimiento teatral”, explicó la actriz, quien aclaró que no piensa en retirarse, pues mientras haya una oportunidad para hacer un trabajo de calidad y que aporte a la sociedad ella estará ahí.
“Pensar en retirarme es una cosa muy fuerte, es como dejar de existir. Yo necesito teatro para respirar y sentirme bien”, indicó la actriz, quien se inició en las tablas como bailarina.
Al extranjero. Juancito informó que el próximo año “Las penas saben nadar” será presentada en La Habana, Cuba. Esta es la segunda vez que la obra es presentada en el extranjero. La primera ocasión fue en Nueva York en el 2013.
Este monólogo será presentado en un homenaje que se le hará al fenecido autor, por el 90 aniversario de su nacimiento.
“Esto me llena de orgullo, pues cada vez que voy a producir una obra siempre busco decir algo, que la gente la asimile y que se identifique con el personaje. Me gustan los textos que dejan una carga emotiva”, señaló Juancito tras indicar que le gusta que el público no salga vacío de la sala y que aún estando en su casa piensa en la obra.