Londres.- Juander Santos era hasta este Mundial de Londres-2017 el hermano de Luguelín Santos: a partir de ahora se ha ganado entidad propia tras ser capaz de acabar sexto del mundo en una prueba en la que lleva apenas un año.
A sus 21 años, casi todo en Juander recuerda a Luguelín: su físico, su forma de hablar, su entusiasmo contagioso y la imagen suya corriendo en una pista mágica para el atletismo de la República Dominicana, la del estadio Olímpico de Londres.
Allí, hace cinco años, su hermano Luguelín se reveló al mundo con una plata en los 400 metros, poco antes de que el mítico Félix Sánchez, el ‘Supermán’ eterno de las vallas, consiguiera el segundo de sus dos títulos olímpicos.
«¡Relájate, no te emociones!», cuenta Juander que le dijo Luguelín como gran consejo durante este Mundial. Y Juander, que comparte entrenamientos con su hermano a las órdenes del profesor José Ludwig Rubio, considera a Luguelín la causa de que él se esté dedicando al atletismo en este momento.
«Mi hermano es el que más énfasis ha puesto en mí, el que más confió en mí», cuenta. También Luguelín está detrás de que Juander, que al principio corría 110 metros vallas, decidiera pasar a los 400 metros vallas, para así dar la vuelta a la pista como el hermano mayor, aunque en ese último caso sin vallas.
Fue hace un año, por lo que la progresión de Juander Santos en la prueba es espectacular, de ser un casi debutante a toda una final del Mundial, algo que antes de volar a Londres ni podía imaginar. «Todos los grandes me dicen que qué bueno, que solo tengo un año en la prueba. Todos me dicen que no desespere, que me falta mucho por aprender», cuenta.
Se lo ha dicho, entre otros, el puertorriqueño Javier Culson, un veterano de la prueba, que fue plata en los Mundiales de 2009 y 2011, y bronce en los Juegos Olímpicos de 2012. En este Mundial, Culson fue eliminado en la primera ronda, confirmando su declive.
Entre las vallas y el diseño gráfico. Luguelín Santos, que ha tenido un año de pesadilla tras una grave lesión de estrés en el sacro, llegó a Londres-2017 muy mermado y fue eliminado también en primera ronda.
Por eso todo el protagonismo de la familia Santos lo está llevando el hermano pequeño, una de las grandes sorpresas agradables del atletismo latinoamericano. Pese a que Juander Santos corre en una prueba como los 400 metros vallas, mítica para los dominicanos por Félix Sánchez, el nuevo niño prodigio admite que su conocimiento de los éxitos de su ilustre predecesor dependen mucho, una vez más, de su hermano Luguelín.
«Yo lo llegué a ver, pero no era una cosa de ‘¡guau!’, porque yo no era tan fanático. Fue después mi hermano, que me introdujo», reconoce.
Como su hermano, vive y entrena en Puerto Rico, en San Germán. Su pasión por el atletismo la comparte con su otra vertiente, la de diseñador gráfico.
«Tengo una mentalidad para todo, en el diseño gráfico y la pintura. Con mis estudios puedo dedicarme a ser profesor de arte, pintor, diseñador gráfico en sí, arquitecto, lo que yo quiera», explica sobre esa vertiente creativa. Un soplo de aire fresco que se ha ganado por méritos propios ya no ser considerado únicamente el hermano de Luguelín.