POR LOYDA PEÑA
El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Luis Arias, atribuyó ayer la afirmación del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, de que ese organismo nació con un «pecado original», a que sus miembros fueron designados «por un partido con mayoría en el Congrso Nacional».

Por su parte, el juez titular Rafael Hernández Domínguez defendió la conformación de la JCE y dijo que «en este país no hay nadie libre de pecado».

Ambos magistrados respondieron así al preguntársele, por separado, su opinión acerca de las declaraciones de López Rodríguez, quien dijo que la JCE está en el «ineludible deber moral» de despejar cualquier duda que pueda surgir en torno a su imparcialidad y credibilidad en las elecciones venideras,  y recordó que ese organismo nació con un «pecado original».

«Yo me imagino que lo que querrá decir el cardenal es que cuando se nombró la Junta, se hizo como resultado de una decisión unilateral de un partido mayoritario que tenía mayoría en el Congreso», dijo el presidente de la JCE.

Agregó que los senadores, «en su derecho», fueron quienes decidieron la actual JCE. «Yo creo que la JCE lo que tiene que demostrar con mucha transparencia a través a de su accionar, es que las aprensiones del sector que sea, han sido superadas», subrayó el presidente de la JCE.

De su lado, Hernández Domínguez dijo que los actuales miembros de la JCE han dado muestras de que son un cuerpo colegiado con un historial apegado a la ley. Atribuyó los acontecimientos que se han producido en los últimos días en torno al tribunal de elecciones, a «escarceos tradicionales» que dijo, se dan en la República Dominicana y en muchos otros países en vísperas de unas elecciones.

«Y aquí todos somos pecadores, y el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra», agregó Hernández Domínguez.