Juego de niños

Juego de niños

Indudablemente, los estrategas peledeístas actuales se iniciaron, se capacitaron y se engrandecieron gracias a la mente aguda de su fundador, el profesor Juan Bosch. Ellos, por ese adoctrinamiento y preparación, estaban conscientes de la pésima capacidad de los políticos dominicanos. Y ese convencimiento era por las actuaciones en sus esferas de acción política, muy alejadas de una madurez consciente y responsable.
Y es que en sus actuaciones los políticos se comportan como niños con sus juguetes y en sus juegos. Y es que patalean y lloran cuando se les quitan sus juguetes. O no les permiten hacer lo que ellos están antojados y sin obedecer. El resultado de esas rabietas es una reacción violenta que para lograr calmarlos es necesario ceder en lo que se pretendía ser una corrección.
Ese convencimiento peledeísta de la capacidad de los políticos la sacan a relucir cada vez que tienen alguna oportunidad para minimizarlos como rivales políticos. Y también a los demás dominicanos enquistados en la llamada sociedad civil.
Y después de 20 años de haber llegado al poder por primera vez, los peledeístas se han ido erosionando en su corteza de honestidad y capacidad.
Le han dado cabida, y se han contagiado, con la epidemia dominicana de los vicios a todos sus niveles. Esto se manifiesta en el elevado grado de corrupción que los afecta con denuncias de todo tipo.
Pero los políticos y otros ciudadanos, alejados de las esferas del poder peledeísta, les dan las razones más que valederas a estos para ignorarlos. Es por su forma tan infantil de interpretar las acciones políticas y de llevarlas a cabo. Y es que en sus pronunciamientos ideológicos y programáticos es tan solo en el fondo buscar los beneficios con la administración de los recursos del Estado.
Y esa línea de acción las hemos estado viendo en este largo período de transición desde el pasado 15 de mayo hasta el próximo día 16, por la forma tan alegre y deportiva de cómo en los municipios y en el Congreso se conceden pensiones, se elevan sueldos y reparten otros beneficios. También las propiedades estatales se ven mermadas por ventas y traspasos cuestionables a terceros, favoritos de la presente administración.
Y no resultará extraño observar que a los funcionarios que serán defenestrados de sus cargos el próximo día 16, no se les dejará desamparados de la ubre estatal. Ahora llegarán nuevos compañeritos ansiosos de pegarse a esa ubre. Y con la invasión de los nuevos aliados y antiguos hermanos de un mismo origen político, los perredeístas, que ansiosamente y desesperados esperan arrimarse al poder con todas las ganas reprimidas de haber estado 12 años en olla.
El juego de los políticos niños se amplía cuando los nuevos juguetes que se ofrecen son muy atractivos. Las ambiciones afloran de inmediato por los jugosos premios ofertados y previstos. Y estos por el grupo político hegemónico afianzado en sus poderes para asegurar que esa dinastía morada será de larga duración. Y esto será hasta que una nueva generación se sacuda, mejor preparada, más versada y capaz de enmendar sus errores y niñerías, dejando de lado sus acciones irreflexivas y sean rivales responsables para mantener la equidad de una lucha política de altura.
Todo lo anterior para que puedan ser considerados por el PLD como entes capaces de conceptualizar, competir intelectualmente y no ser menospreciados por una maquinaria política de altos vuelos y capacidades. Pero esa masa política morada es muy engreída y prepotente, por lo que este pedazo de isla les queda chiquito.
No cabe la menor duda que el acuerdo del PLD con el PRD hará explotar la nómina estatal. Si desplazan miembros del PLD para darle cabida a los del PRD, hay que buscarle a los desplazados mejores cargos y menos responsabilidades sin compromisos de rendir una labor. Mientras, los perredeístas, entusiasmados por que van a ser nombrados y disfrutarán de un cheque del gobierno, están más que desesperados para que llegue el día 16 para ver cuál será el premio por haber claudicado de su bandera blanca y contestataria.
Dentro de pocos días se reencontrarán los que una vez fueron hermanos de luchas. De aquellos políticos de 1973 quedan pocos y han sido reemplazados por los políticos opositores al PLD con mentalidad de niño. Ellos no maduran y permiten que otros más hábiles los utilicen de marionetas y de comparsas en sus estrategias de consolidación y larga permanencia en el poder.

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